El grupo automotriz Stellantis, matriz de Chrysler, anunció que a partir de febrero próximo detendrá indefinidamente las operaciones en su planta de ensamblaje en Illinois, donde actualmente se fabrica el Jeep Cherokee, y dijo que es posible que no reanude las operaciones.
El fabricante de automóviles ítalo-franco-estadounidense, que emplea a unos 1.350 trabajadores en la planta de Belvidere, Illinois, dijo que la acción resultará inevitablemente en despidos indefinidos.
La compañía explicó que la drástica medida se debió adoptar para hacer frente a los actuales desafíos del sector.
La industria automotriz, dijo en un comunicado Stellantis, “se ha visto afectada negativamente por una multitud de factores como la actual pandemia de covid-19 y la escasez mundial de microchips, pero el desafío más impactante es el costo creciente relacionado con la electrificación del mercado automotriz”.
Medio estadounidenses indican que los avisos de despido se harán efectivos a partir del 28 de febrero próximo y que el grupo hará todo lo que esté a su alcance para colocar a los empleados despedidos indefinidamente en puestos vacantes de tiempo completo a medida que estén disponibles e identificar otras formas de reutilizar la planta.