Los reguladores de seguridad automotriz de Estados Unidos confirmaron que abrieron una investigación de seguridad formal sobre el sistema de conducción autónoma en los vehículos producidos por la unidad de taxis robotizados de General Motors, Cruise LLC.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de ese país (NHTSA) dijo que ha recibido avisos de incidentes en los que los vehículos Cruise autónomos "pueden frenar bruscamente de manera inapropiada o quedar inmovilizados".
La agencia dijo que si bien ambos problemas "parecen ser distintos, cada uno de ellos hace que los vehículos Cruise se conviertan en obstáculos inesperados en la carretera". La evaluación preliminar de la agencia de seguridad cubre 242 vehículos autónomos Cruise y es el primer paso antes de que pueda pedir un retiro de las unidades.
La investigación sigue a los informes de tres choques en los que los vehículos Cruise fueron golpeados por detrás por otros autos después de que los vehículos autónomos frenaran rápidamente.
Cruise ofrece un servicio limitado de taxis autónomos en la ciudad de San Francisco con una pequeña flota de Chevrolet Bolt EV.
Ante el requerimiento del organismo fiscalizador Cruise dijo que están dispuestos a cooperar con todo lo que pida el organismo, entendiendo que este tipo de situaciones son propias en el desarrollo de una nueva tecnología. No obstante, defendió su desarrollo de esta tecnología indicando que pese a estos incidentes cuenta con resultados positivos.
“Hemos conducido más de un millón de kilómetros con vehículos totalmente autónomos en un entorno urbano extremadamente complejo sin muertes ni lesiones que pongan en peligro la vida. Siempre hay un equilibrio entre el escrutinio regulatorio saludable y la innovación que necesitamos desesperadamente para salvar vidas, razón por la cual continuaremos cooperando plenamente con la NHTSA o cualquier regulador para lograr ese objetivo compartido", dijo la empresa.