El presidente ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, advirtió que en un futuro cercano se podrían cerrar más plantas automotrices de continuar los altos precios en los vehículos eléctricos, tendencia que ha reducido la demanda por estos ejemplares.
El ejecutivo planteó, durante una exposición en el CES de Las Vegas, que "si el mercado se reduce, no necesitamos tantas plantas" para producir vehículos, por lo que no descartó que se deban adoptar "algunas decisiones impopulares".
Los comentarios del máximo representante del Grupo Stellantis se producen cuando la industria automotriz enfrenta un complejo escenario para avanzar en la electromovilidad, con una fuerte alza en el valor de las materias primas (especialmente de las baterías de ion de litio), problemas en las cadenas de suministros y una economía mundial que lucha contra la inflación.
De ahí que el CEO de Stellantis calificó el fuerte aumento en el precio de los vehículos eléctricos como el desafío más importante que debe enfrentar la industria para avanzar en el uso de unidades más amigables con el medio ambiente.
De hecho, un estudio de la consultora Deloitte reveló que una de las grandes trabas que evitan una masificación de esta tecnología, en mercados tan importantes como el estadounidense, es precisamente el alto valor de estas unidades.
“7 de cada 10 posibles compradores de vehículos eléctricos en los Estados Unidos esperan pagar menos de 50 mil dólares por su próximo vehículo", revela el sondeo.
Stellantis dijo el mes pasado que dejaría inactiva indefinidamente una planta de ensamblaje en Belvidere, Illinois, citando los altos costos de los vehículos eléctricos.
Tavares manifestó a los periodistas que acciones similares "sucederán en todas partes mientras veamos una alta inflación de los costos variables".
La industria automotriz debe absorber costos que son un 40% más altos para los vehículos eléctricos, agregó el ejecutivo del conglomerado ítalo-franco-estadounidense.