El gigante alemán de la industria automotriz Volkswagen, calificado como el segundo mayor fabricante de vehículos del mundo, advirtió que 2023 seguirá siendo volátil y desafiante para la industria motor debido a la escasez mundial de microchips, aún cuando espera que el escenario tienda a mejorar para finales del periodo.
El año pasado, VW comercializó 4,56 millones de vehículos en el mundo, lo que se traduce en una caída de un 6,8% con relación a los resultados de 2021.
Esta baja, explicó el fabricante, se debió principalmente a los problemas en las cadenas de suministros generados no solo por la falta de chips, sino también por la guerra en Ucrania.
Ante este escenario, en 2022 los clientes de Volkswagen debieron esperar largos periodos de tiempo para recibir sus ejemplares. Este 2023, añadió la empresa, harán todo lo posible por mejorar esta situación e intentar reducir los tiempos de entrega.
"Estamos trabajando intensamente para reducir aún más los tiempos de entrega para los clientes y eliminar la gran acumulación de pedidos lo más rápido posible", dijo la directora de ventas, Imelda Labbe.
En cuanto a los vehículos eléctricos, Volkswagen informó que sus ventas aumentaron un 23,6 % el ejercicio pasado con 330.000 unidades colocadas, tendencia que debería mejorar este año.
En tanto, las ventas en China, donde el fabricante de automóviles está muy por detrás de los fabricantes nacionales de vehículos eléctricos, se duplicaron con creces a 143.100.
En tanto, los SUV son el segmento de mercado de más rápido crecimiento, dijo el fabricante alemán, con un aumento del 4% y representando el 80% de todas las ventas en los Estados Unidos.