La directora de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), Jennifer Homendy, expresó su preocupación por los riesgos a la seguridad que representan los vehículos eléctricos pesados en caso de que choquen con los automóviles convencionales que son mucho más livianos.
Homendy tocó el tema durante un discurso en Washington ante la Junta de Investigación de Transporte, oportunidad donde comparó una GMC Hummer eléctrica que pesa alrededor de 4.000 kilogramos, de los cuales 1.300 kilos corresponden solo a la batería, prácticamente lo mismo que pese un Honda Civic.
“Me preocupa el mayor riesgo de lesiones graves y de muerte para todos los usuarios de caminos por el peso excesivo, el mayor tamaño, potencia y desempeño de los vehículos en nuestros caminos, incluyendo los vehículos eléctricos”, destacó Homendy en su discurso ante el grupo.
El peso adicional que suelen tener los vehículos eléctricos se deriva del enorme volumen de sus baterías. Para alcanzar un rendimiento de por lo menos 480 kilómetros por carga, las baterías deben pesar cientos de kilos.
Actualmente se están desarrollando algunas baterías que tienen la posibilidad de almacenar más energía en un menor tamaño. Pero por ahora existe una disparidad entre el peso de los vehículos eléctricos y el de los de combustión interna.
Los automóviles eléctricos también brindan energía instantánea a las ruedas, por lo que en la mayoría de los casos aceleran más rápido que la mayoría de los autos, camiones y camionetas a gasolina.
Homendy expresó entusiasmo por los planes del gobierno del presidente Joe Biden de eliminar gradualmente las emisiones de carbono de los vehículos para atender la crisis climática. Pero indicó que aún le preocupan los riesgos de seguridad derivados de la proliferación de vehículos eléctricos en caminos y autopistas.
“Debemos tener cuidado de que no estemos creando también consecuencias imprevistas: Más muertes en nuestras carreteras”, subrayó. “No se puede pasar por alto la seguridad, en especial cuando se trata de nuevas políticas y tecnologías de transporte”.
Homendy resaltó que la camioneta pickup eléctrica Ford F-150 Lightning EV pesa entre 900 y 1.350 kilos más que el mismo modelo de combustión interna. La camioneta eléctrica Mustang Mach E y la Volvo XC40, añadió, pesan un 33% más que sus contrapartes a gasolina.
“Esto tiene un impacto significativo en la seguridad de todos los usuarios de caminos”, añadió.
La NTSB investiga los accidentes viales, pero no tiene facultades para hacer regulaciones. Para los vehículos, dicha autoridad recae principalmente en la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés).
Michael Brooks, director ejecutivo de Center for Auto Safety, una organización sin fines de lucro, también expresó su preocupación por el peso de los vehículos eléctricos, porque los consumidores parecen exigir un rendimiento de al menos 480 kilómetros por carga, lo que requiere baterías más pesadas.
“Estas baterías más grandes y pesadas causarán más daño (...) Es un asunto simple de masa y velocidad”, explicó.
Resaltó además que los ejemplares eléctricos tienen índices muy elevados de caballos de fuerza, lo que les permite acelerar rápidamente, incluso en zonas urbanas de gran actividad.
“Las personas no están entrenadas para lidiar con ese tipo de aceleración. No es algo que los conductores estén acostumbrados a hacer”, comentó Brooks.