El director general de vehículos eléctricos de Ford en Europa, Martin Sander, dijo que la firma del óvalo está "abierta" a fabricar sus futuros vehículos eléctricos con tecnologías de Volkswagen -con quien tiene un acuerdo en este sentido- y también con sistemas de "otra compañía", aún cuando adelantó que la empresa estadounidense ya trabaja en el desarrollo de sus propios sistemas para sus futuros ejemplares.
No obstante, el ejecutivo aseguró que por el momento no se ha tomado ninguna “decisión final” sobre la materia y la actual colaboración en electromovilidad que Ford mantiene con Volkswagen.
Según señala un artículo de Financial Times, Ford está bien avanzado en el desarrollo de sus propios sistemas de vehículos eléctricos, al punto que podría cortar su dependencia con el gigante alemán para la futura generación de cero emisiones en Europa, que serán fabricados por la estadounidense en Almussafes (Valencia).
Ford y Volkswagen -que proyecta su gigafactoría de baterías en Sagunto (Valencia)- formaron en 2020 una alianza para el desarrollo de coches eléctricos, tecnología de conducción autónoma y vehículos comerciales.
Según la información avanzada por Financial Times, la compañía estadounidense está preparándose para lanzar dos vehículos este año y en 2024 que emplearán la plataforma modular eléctrica 'MEB' de Volkswagen. La previsión es ensamblar las baterías suministradas por Volkswagen en la fábrica de Colonia (Alemania).
No obstante, a partir de mediados de década Ford espera lanzar al mercado vehículos que utilicen su propia tecnología eléctrica, que está desarrollando la firma del óvalo en Estados Unidos y que según Sander se traducirá en un sistema propio "muy versátil" y "muy competente".
Volkswagen y Ford dejaron de cooperar en materia de conducción autónoma, pero colaboran en sus vehículos comerciales para Europa y la marca estadounidense fabricará la próxima furgoneta de reparto de VW, una camioneta 'pickup' y una furgoneta eléctrica.
Sander también ha apuntado que Ford espera que los beneficios de su división europea de vehículos eléctricos recién lleguen en 2025, pues la industria estima que los altos costes y baja demanda de eléctricos lastrarán los beneficios en el corto plazo.