Los organismos reguladores de la seguridad vial en Estados Unidos están aumentando su presión sobre Tesla, empresa que a la fecha enfrenta dos nuevas investigaciones por eventuales fallas en sus vehículos eléctricos, una con resultado de muerte.
La primera indagación dice relación con un accidente de tránsito que dejó una persona muerta y otra herida de gravedad el 18 de febrero pasado cuando un Model S chocó contra un camión de bomberos de California que se encontraba estacionado al costado de una ruta atendiendo una emergencia.
Conocido el incidente, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE.UU. (NHTSA) dispuso de un equipo especializado para que investigue las causas de la tragedia y determine si el vehículo circulaba con sus sistemas de asistencias a la conducción activados y que la empresa califica como un sistema de piloto automático.
Esta indagatoria se suma a una más amplia realizada por la agencia y donde se intenta establecer si efectivamente los sistemas de “conducción autónoma” de Tesla presentan fallas al no poder reconocer los vehículos de emergencia detenidos en la ruta.
En esa línea, indica un reporte de AP, la NHTSA se ha vuelto más agresiva en la búsqueda de problemas de seguridad con Teslas en el último año, anunciando múltiples retiros e investigaciones.
Puntualmente, el órgano fiscalizador investiga cómo el sistema Autopilot de Tesla detecta y responde a los vehículos de emergencia estacionados en las carreteras. A la fecha más de 14 Teslas se han estrellado contra vehículos de emergencia en todo el país mientras usaban el sistema.
Los sistemas de conducción automatizada no siempre están involucrados en los accidentes a los que la NHTSA envía a los investigadores. Por ejemplo, la Patrulla de Caminos del Estado de Ohio determinó que un Tesla que chocó contra una de sus patrullas en noviembre pasado no estaba operando en "ningún tipo de modo autónomo".
Las autoridades dijeron que el camión de bomberos de California que fue impactado por el Model S en febrero pasado tenía las luces encendidas y estaba estacionado en diagonal en una carretera para proteger precisamente a los equipos que respondieron a un accidente anterior.
Volantes que se desprenden
La NHTSA ha estado examinando a Tesla más intensamente en el último año, buscando varios retiros del mercado y abriendo investigaciones.
Sin ir más lejos, esta semana la agencia publicó documentos que revelan una investigación de volantes que pueden desprenderse de la columna de dirección, problema que podrá afectar hasta 120.000 ejemplares del SUV Model Y.
La agencia dijo que recibió dos quejas en las que se entregaron modelos Y 2023 a clientes a los que les faltaba un perno que sujeta el volante a la columna de dirección. Un ajuste de fricción sostuvo los volantes, pero estos se separaron cuando se ejerció fuerza mientras se conducían los SUV.
La agencia dice en documentos publicados que ambos incidentes ocurrieron mientras los SUV tenían pocos kilómetros de uso.