Los países de la Unión Europea (UE) alcanzaron este lunes un acuerdo que valida el fin de los automóviles con motor de combustión interna a partir de 2035, uno de los pilares de las ambiciones del bloque en materia ambiental, con la excepción de aquellos bloques térmicos que operen con combustible sintéticos neutros en carbono.
El texto obligará a los automóviles nuevos a dejar de emitir CO2 -eliminando en la práctica los motores que trabajan con combustibles fósiles-, y será incluido en la agenda de la reunión de ministros de Energía, programada para mañana martes, donde se votará su adopción formal.
El anuncio oficial del acuerdo fue dado a conocer esta jornada por la delegación de Suecia, país que ejerce la presidencia semestral del Consejo de la UE.
El comunicado oficial no entregó mayores detalles de la reunión de los representantes permanentes de los países del bloque en Bruselas donde se analizó el texto final y apenas mencionó un hubo un "amplio apoyo" al documento que resultó del acuerdo.
A principios de marzo Alemania sorprendió a sus socios europeos al bloquear en el último momento el texto legal que preveía reducir a cero las emisiones de CO2 de los vehículos nuevos a mediados de la próxima década.
Dicho texto, aprobado incluso por la Eurocámara en febrero, imponía así de facto una motorización 100% eléctrica para los automóviles y camionetas nuevos vendidos a partir de 2035 en el bloque.
Para justificar este giro, Berlín reclamó a la Comisión una propuesta para abrir el camino a los vehículos que funcionan con carburantes sintéticos.
Esa tecnología, aún en desarrollo, consistiría en producir combustible a partir del CO2 de actividades industriales utilizando electricidad baja en carbono.
El sistema, defendido por algunos fabricantes alemanes e italianos, permitirá de esta manera prolongar el uso de motores de combustión después de 2035.
"Hemos llegado a un acuerdo con Alemania sobre el uso futuro de los carburantes sintéticos en los coches", anunció el fin de semana, el comisario europeo para el Medio Ambiente, Frans Timmermans, en Twitter.
"Vamos a trabajar a partir de ahora para lograr que se adopte el reglamento de estándares de CO2 para automóviles lo antes posible", añadió.
Por su parte, el ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, precisó que "los vehículos equipados con un motor de combustión podrán ser registrados después de 2035 si utilizan exclusivamente carburantes neutros en términos de emisiones de CO2".
La presidencia sueca de la UE indicó poco después que el reglamento sobre las emisiones de CO2 de los coches sería sometido a los embajadores de los 27 países del bloque este lunes en Bruselas, para que el texto sea definitivamente adoptado en una reunión de ministros de Energía mañana martes.
Una solución cuestionada por los ecologistas
Los combustibles sintéticos son cuestionados por organizaciones ecologistas que los consideran caros, grandes consumidores de electricidad para su producción y contaminantes, porque no eliminan las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx).
"¡Qué enfado! La Comisión cede ante Alemania", protestó la eurodiputada ecologista Karima Delli.
A su vez, el presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el liberal Pascal Canfin, dijo que el texto no altera "la regla del 100% de coches con emisiones cero en 2035". Eso sí, advirtió que se mostrará vigilante con la neutralidad carbono de los motores térmicos que se autoricen.
Muchos expertos dudan de que esta solución pueda imponerse en el mercado ante los autos eléctricos, cuyo precio debería bajar según las previsiones para los próximos años.
Además, el sector se ha anticipado ampliamente a la normativa europea e invertido masivamente en la fabricación de vehículos eléctricos.
Debido a su coste, estos carburantes solo tendrán sentido para los automóviles de lujo "como los Porsche 911 o los Ferrari", indicó Ferdinand Dudenhöffer, experto del Center Automotive Research de Alemania, por lo que no ve en esta modificación "un cambio importante" hacia la transición energética en la UE.