Para transitar con seguridad por calles y carreteras es fundamental poder tener una buena visión de la ruta y además ser visto por los otros conductores. Para conseguir este objetivo es importante que los vehículos tengan juegos ópticos de calidad y que estén en buen funcionamiento.
En general los automóviles vienen equipados con seis o más tipos de luces que pueden ser clasificadas en dos grupos, las que fueron diseñadas para ver y las que fueron creadas para que nos vean.
En el primero de ellos se encuentran las luces bajas, altas y neblineros; mientras que en el segundo se ubican las luces de posición, de retroceso, de frenado e intermitentes, entre otras.
Luces bajas
También conocidas como luces cortas o de ciudad, son fundamentales para tener una buena visión y transitar con seguridad durante la noche. La ley chilena establece que estas deben encenderse en zonas urbanas “desde media hora después de la puesta de sol, hasta media hora antes de su salida“.
No obstante, desde 2007 también es obligatorio que estas luces estén encendidas mientras se transita por autopistas o carreteras (vías interurbanas), sin importar la hora del día.
“En nuestro país se ha demostrado que los vehículos que transitan con sus luces bajas encendidas ven disminuidas las situaciones conflictivas o de riesgo que deben enfrentar”, indica un informe de la Conaset al respecto.
Además estas deben ser blancas o amarillas, nunca de otro color, y tener un alcance de al menos 50 metros para que se visibilicen los obstáculos del camino.
Luces altas
También conocidas como luces largas, están pensadas para transitar en carreteras o caminos rurales con nula o escasa iluminación y se ubican en la misma posición que las luces bajas pero se diferencian por tener focos de mayor intensidad. Estas también deben ser obligatoriamente blancas o amarillas.
Normalmente se utilizan ante la ausencia de alumbrado público y requieren de mayor atención del conductor para que estas no encandilen a los conductores que vienen en sentido contrario o quienes van por delante del vehículo. Incluso, en situaciones de mucha neblina no son recomendables ya que la reflexión de la luz puede empeorar la visibilidad.
Luces neblineras
Estas luces no son obligatorias y no todos los vehículos las traen, pero de tenerlas es importante saber que son de alta intensidad y se usan solamente cuando la visión es muy reducida durante episodios de densa neblina o lluvia torrencial.
Básicamente estos focos abren la densidad ambiental con un haz de luz dirigido a un solo punto en el camino, de ahí que se pide máximo cuidado en su uso para no encandilar a los demás conductores.
Luces de estacionamiento
También conocidas como de posición, son calificadas como la iluminación básica de un vehículo y se activan siempre que se encienden las luces bajas, altas o neblineros y su objetivo es tan sencillo como indicar la situación del vehículo y permitir dimensionar su tamaño, por lo que su intensidad es reducida y no sirven para iluminar la ruta.
Se debe contar con dos ampolletas adelante y dos atrás del automóvil y cumplen la misión de que otros vehículos nos vean, especialmente en contextos de oscuridad o baja visibilidad.
Luces intermitentes
Son luces parpadeantes de color rojo o amarillo que se ubican en las esquinas delanteras y traseras del vehículo y sirven para indicar que el automóvil va a virar o realizará una maniobra de adelantamiento.
Como norma, si el vehículo va a realizar alguna de esas en zonas urbanas se recomienda activar las luces 30 metros antes del lugar de la acción. En el caso de las carreteras la distancia se extiende a 70 metros.
Luces de retroceso
Se ubican en la parte posterior del vehículo y son las únicas que pueden ser de color blanco en esa zona. Como lo dice su nombre, estas se encienden cuando el conductor activa la reversa en la caja de cambios y tiene como objetivo que los demás autos, peatones y otros usuarios de las vías sepan que el vehículo va a retroceder.
Luces de freno
Son fundamentales para mantener la seguridad y tienen como objetivo advertir a los vehículos que vienen detrás que se está disminuyendo la velocidad. Evidentemente se ubican en la parte posterior del vehículo y son de color rojo. La ley exige además que exista una tercera luz de freno que normalmente va a la altura del vidrio trasero y tiene como objetivo mejorar la visibilidad de estas.
Luces de conducción diurna
Estas luces se encuentran presentes en los vehículos más modernos y reemplazan el uso de las luces bajas durante el día. Las luces de conducción diurna están diseñadas para hacer el vehículo más visible a otros conductores y pueden ser de una potencia menor a la de las luces bajas. Suelen ubicarse luces en la parte delantera y trasera del auto y se encienden de forma automática cuando se arranca el motor.
Luz de placa patente
Su único objetivo es facilitar el reconocimiento de la placa patente del vehículo durante la noche o ante baja luminosidad.
Por pequeña que pueda ser, es fundamental para aprobar la revisión técnica que se exige anualmente a los vehículos, por lo que se recomienda no perderla de vista y revisar su buen funcionamiento antes de concurrir a cumplir con el trámite.