Desarrollar baterías de nueva generación que aumenten la autonomía de los vehículos eléctricos, reduzcan los tiempos de carga y sean más económicas de fabricar es el objetivo de todos los actores de la industria automotriz que empujan la transición a tecnologías más amigables con el medio ambiente y en esa línea Volkswagen parece haber dado un paso adelante en el último punto.
Según recogen medios de prensa, el fabricante alemán y su socio tecnológico Koenig & Bauer AG perfeccionaron un proceso de fabricación de celdas de energía denominado revestimiento seco, el que de llegar a aplicarse a nivel industrial podría reducir considerablemente el costo de producción, según explicaron responsables del proyecto.
En líneas generales ambas empresas han destinado sus esfuerzos a mejorar el procedimiento, tanto para el electrodo positivo como para el negativo, algo inédito hasta ahora.
Así lo aseguró a periodistas europeos el jefe de baterías Thomas Schmall, quien dijo “nadie más puede hacer esto hoy".
Según se explicó, en la fabricación tradicional de celdas de energía para vehículos eléctricos los materiales para el cátodo, o electrodo positivo, y el ánodo, electrodo negativo, se aplican a una lámina portadora a través de una mezcla de pasta química que necesita secarse usando grandes cantidades de energía.
Como contrapartida el revestimiento en seco elimina ese paso con un adhesivo que no requiere secado, indicó Schmall.
Por su parte, desde Volkswagen señalaron que a la fecha ya han producido varios cientos de células con este método en una línea piloto y si todo resulta según los planes, el proyecto se ampliará a nivel industrial en 2027.
Junto con la producción a mayor escala y materias primas más baratas, el fabricante de automóviles espera que el procedimiento ayude a reducir los costos de las celdas en alrededor de un 50%, dijo Schmall.
