La industria automotriz corre a toda velocidad hacia la electrificación marcando la sentencia de icónicos modelos con poderosos motores térmicos, como los Dodge Challenger y Charger, los que pronto saldrán de la línea de producción para dar paso a tecnologías más amigables con el medioambiente.
No obstante y pese a que este cambio parece inevitable, hay marcas como que se niegan a dejar morir sus modelos más tradicionales, como es el caso de Ford con el Mustang con motor V8, aún cuando eso signifique invertir más recursos para responder a las normativas anticontaminación que son cada vez más exigentes.
Al menos así se desprende de una conversación entre el sitio australiano Carsales.com con los máximos responsables de la marca, quienes descartaron una jubilación anticipada del icónico “pony car”.
En ese contexto, el director de Ford Performance Motorsports, Mark Rushbrook, dio un aire de tranquilidad a los más puristas de la marca al indicar que hasta ahora “no hemos identificado aún un final para el V8. Quién sabe, honestamente, con las regulaciones, pero mientras podamos el V8 seguirá en el Mustang”.
Pese a ello, la marca del óvalo no niega las complejas presiones que suponen las leyes que imponen una reducción drástica de las emisiones, de ahí que tampoco deja de avanzar en la electromovilidad.
Por ahora Ford no puede existir sin el Mustang y este sin el V8, aunque sea más difícil de desarrollar y aunque tenga que seguir evolucionando. Eso ya es un a tranquilidad para los más puristas.