Un joven australiano comprendió de la manera más dura que debe respetar los límites de velocidad tras ser sorprendido a 253 km/h en su poderoso Holden Commodore V8, ya que las autoridades del Estado de Australia Meridional decidieron dar un ejemplo y como castigo se ordenó triturar el ejemplar.
Tras su detención, la policía declaró que el auto iba a “una de las velocidades más altas que hemos detectado en las carreteras de Australia Meridional” y el Superintendente de la institución, Darren Fielke, dijo a ABC News que lo que había ocurrido era “completamente inaceptable”.
La destrucción del Holden Commodore V8, añadió, “pone el punto final para este asunto en particular (....) y envía un mensaje claro: si vas a tener un comportamiento similar, entonces perderás tu coche”.
Por esa razón, la sanción no sólo fue ejecutada, sino que además grabada y transmitida por Sky News hasta que el coche terminó hecho una pila de fierros.
Según recoge AutoBild.es, esta no es primera vez que se toma una medida disciplinaria de este tipo y prueba de ello es que el año pasado 900 vehículos fueron aplastados, de un total de 1.500 que fueron incautados. El resto de autos fue vendido y el dinero se destinado al Fondo de Compensación a las Víctimas de Delitos.
Todas estas incautaciones, añade el reporte, están relacionadas con infracciones por conducción temeraria.