El nombre del joven pintor checo, Tom Havsalek, se ha hecho conocido en el mundo automotriz gracias a sus obras que destacan por transportar a los espectadores a la era dorada de las carreras automovilísticas con vehículos y pilotos que entraron a la historia gracias a sus hazañas en estas competencias.
Inspirado por la apasionante atmósfera que prevaleció en los circuitos de todo el mundo durante finales de la década de 1960 y principios de la de 1970, Havsalek rinde homenaje a pilotos leyendas del automovilismo e icónicos vehículos de competición como el espectacular Lola T70 y el legendario Porsche 917K.
Criado cerca del famoso circuito de Brno, el artista desarrolló su pasión por las carreras desde una edad temprana. "Cuando era un niño, adoraba ir a las carreras con mi padre cada fin de semana que se podía. Aún guardo recuerdos del ambiente que se vivía allí, y por supuesto sigo enamorado de todo eso", expresó en una entrevista recogida por el sitio motorpasión.com.
A pesar de su formación en diseño gráfico, Havsalek optó por utilizar grafitis, pintura acrílica, pinceles y lienzos en lugar de la pantalla de un ordenador. Su enfoque difiere de otros artistas y su principal objetivo es transmitir sensaciones a través de sus obras.
Su proceso creativo es aparentemente sencillo: selecciona impactantes fotografías de carreras memorables, coches emblemáticos o pilotos históricos, encuentra el ángulo perfecto y crea composiciones que oscilan entre lo abstracto y lo concreto, evocando el movimiento. A veces, incorpora fragmentos de banderas, trozos de neumáticos u otros materiales recogidos en la pista.
La característica distintiva de sus obras es el uso de salpicaduras, gotas de pintura, trazos aparentemente caóticos y una definición precisa de luces y sombras. Aunque este aparente desorden pueda sugerir lo contrario, Havsalek es un pintor metódico cuyos cuadros reflejan su energía y personalidad.
Lo que comenzó como una forma de compartir su pasión se ha convertido en su ocupación a tiempo completo desde 2014. Pinta en una variedad de formatos, desde cuadros a medida hasta pósters, y tiene una larga lista de espera. El precio de cada encargo varía según su complejidad.
Este versátil artista ha sorprendido a los visitantes de galerías de renombre como la de Wanniek en la República Checa y L'Atelier Gallery en Mónaco, e incluso ha expuesto sus obras en Le Mans.