El sindicato estadounidense United Auto Workers (UAW), organismo que representa a unos 150.000 trabajadores del sector automotriz de ese país, anunció este viernes que la paralización de actividades iniciada hace una semana en tres plantas de General Motors, Stellantis y Ford, se extenderá esta jornada a decenas de otras instalaciones.
Según se informó, la huelga comenzará esta jornada en fábricas pertenecientes a GM y Stellantis, compañías con las que, dijeron, no se ha podido avanzar en las negociaciones tendientes a definir un nuevo convenio colectivo que regirá el sector durante los próximos años.
A eso se suma el hecho de que General Motors y Stellantis anunciaron esta semana más de 2.000 despidos temporales explicando que esta drástica decisión es repercusión de la huelga iniciada el 15 de septiembre pasado.
Como contrapartida, el presidente del sindicato UAW, Shawn Fain, informó este viernes que la ampliación de la huelga no afectará a Ford, empresa con quien las conversaciones están mucho más avanzadas.
“Hemos logrado algunos avances reales en Ford”, dijo Fain durante una presentación en línea ante los miembros del sindicato. “Todavía tenemos serios problemas que resolver, pero queremos reconocer que Ford está demostrando que se toman en serio la idea de llegar a un acuerdo”, añadió el dirigente.
“En GM y Stellantis, la historia es diferente (...) Todavía necesitan un gran empujón”, afirmó el presidente de la sindical, quien acusó a estas dos empresas de rechazar todas las propuestas presentadas por los trabajadores.
Fein apuntó que la huelga se extenderá a todos los centros de distribución de autopartes de GM y Stellantis en Estados Unidos, eso quiere decir unos 38 puntos en total, repartidos en 20 estados.
En el nuevo convenio colectivo los trabajadores exigen un aumento salarial del 36% y una mayor seguridad laboral, además de una semana operacional de 32 horas y cuatro días sin recortes salariales, entre otros puntos.
Las compañías insisten que no pueden ceder a los reclamos del sindicato a pesar de sus enormes ganancias porque necesitan invertir en la transformación a vehículos eléctricos. Pese a ello, los trabajadores alegan que los ejecutivos de las empresas si lograron un aumento salarial en torno al 40%.