El presidente Joe Biden hizo historia este martes al convertirse en el primer mandatario estadounidense en funciones en sumarse a unos piquetes en defensa de mejores condiciones laborales para los trabajadores de la industria automotriz de ese país.
El mandatario demócrata, que presume de ser el más prosindicalista de todos los líderes que han ocupado la Casa Blanca, acudió a Detroit, estado de Míchigan, invitado por el presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain.
Su viaje precede al que efectuará mañana miércoles, también a Míchigan, el ex presidente republicano Donald Trump.
Biden llegó a Detroit hacia las 12.00 hora local y fue recibido en el aeropuerto por el propio Fain, quien se hizo con el liderazgo del sindicato a principios de año y que por primera vez en la historia de la automoción estadounidense convocó una huelga simultánea en plantas de Ford, Stellantis y General Motors (GM), conocidos como los Tres Grandes de Detroit.
Con un megáfono, gorra y ropa informal, Biden se dirigió a los huelguistas: "Han hecho un montón de sacrificios. Ahora a ellos (los fabricantes) les está yendo increíblemente bien y a ustedes también debería", dijo entre aplausos.
En declaraciones anteriores el mandatario ya había subrayado que tenía la esperanza de que las respectivas negociaciones lleguen a buen puerto y había destacado que los empleados merecen una parte "justa" de los beneficios que ayudaron a crear.