La huelga del sector automotriz de Estados Unidos se agravó de forma inesperada cuando el sindicato United Auto Workers (UAW) amplió el paro de actividades a una de las principales plantas de montaje de Ford.
UAW, que el pasado 15 de septiembre inició una huelga progresiva y simultánea en centros de trabajo de General Motors (GM), Ford y Stellantis en Estados Unidos, anunció que a partir de las 18.30 hora local de ayer miércoles, los 8.700 trabajadores de la planta de montaje de Kentucky abandonarían sus puestos.
La paralización de la planta golpea la producción de los modelos de camionetas pick-up Serie F Super Duty así como los SUV Ford Expedition y Lincoln Navigator, que son algunos de los vehículos más rentables de la compañía, sin ir más lejos Ford cifró en 25.000 millones de dólares los ingresos anuales que genera esa fábrica.
UAW reconoció que la huelga de la planta de Kentucky es una "sorpresa" que inicia una nueva fase en el conflicto laboral que estalló a mediados de septiembre ante la falta de acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo.
"Hemos sido muy claros y hemos esperado lo suficiente pero Ford no ha captado el mensaje", declaró en un comunicado Shawn Fain, el presidente de UAW.
"Si no lo entienden tras cuatro semanas, la huelga de 8.700 trabajadores de esta planta extraordinariamente rentable ayudará a que lo entiendan", añadió Fain.
Ford calificó de "irresponsable" la decisión de paralizar la planta de Kentucky y dijo que es fruto de la estrategia de UAW para dañar la reputación de los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos y provocar "caos industrial".
"Además de afectar aproximadamente 9.000 empleos directos de la planta, este parón generará dolorosos efectos secundarios, incluido poner en riesgo alrededor de otra docena de operaciones de Ford y muchos más proveedores que en conjunto emplean a más de 100.000 personas", añadió la compañía.
La huelga se inició el 15 de septiembre con paros en tres plantas de montaje de vehículos de los llamados Tres Grandes de Detroit. Es la primera vez en la historia que UAW convoca una huelga progresiva y de forma simultánea en GM, Ford y Stellantis.