Los organismos reguladores de seguridad automovilística de Estados Unidos abrieron una investigación para determinar si la empresa Cruise, dependiente de General Motors, está tomando las suficientes precauciones para proteger a los peatones de sus taxis autónomos.
Bajo ese contexto, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) dijo que recibió dos informes de Cruise sobre incidentes en los que peatones resultaron heridos e identificó otros dos incidentes más a través de videos publicados en internet.
La NHTSA añadió que los informes sugieren que los robotaxis podrían representar un riesgo para las personas que transitan o ingresan a las rutas por los pasos peatonales y de ahí la necesidad de investigar esta tecnología, ya que podrían provocar “lesiones graves o la muerte".
Uno de los casos que empujó la decisión de indagar los autos de Cruise se registró el 2 de octubre pasado en San Francisco cuando un peatón fue atropellado por un taxi autónomo luego que la persona fuera golpeada por otro vehículo, con conductor, que se dio a la fuga.
Según se informó, la investigación de la NHTSA cubre alrededor de 594 vehículos Cruise y es el primer paso antes de que la agencia pueda intentar forzar un retiro del mercado.
GM está gastando casi 2 mil millones de dólares al año en Cruise, pero insiste en que el negocio representa una "gran oportunidad de crecimiento". En junio, la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, reiteró un pronóstico de que Cruise podría generar 50 mil millones de dólares al año en ingresos anuales para 2030.
Un portavoz de Cruise dijo que la compañía se comunica regularmente con la NHTSA y "ha cooperado constantemente con cada una de las solicitudes de información de la NHTSA".
