El fabricante alemán de vehículos de alta gama Mercedes-Benz concretó la primera prueba de choque pública del mundo y que tuvo como objetivo mostrar los altos niveles de seguridad que ofrecen sus vehículos eléctricos, por lo que se utilizó un Mercedes EQA y un EQS SUV.
La prueba, que midió estándares más altos que los exigidos normalmente por las leyes y los mismos fabricantes, consistió en hacer chocar de frente ambos vehículos a una velocidad promedio de 56 km/h.
Con esta prueba, los ingenieros de Mercedes demostraron que estos vehículos pudieron absorber la energía del choque gracias a su capacidad de deformarse durante el impacto, pero manteniendo siempre fuera de riesgo la zona de seguridad de los pasajeros, así como también las puertas, algo que facilita significativamente la evacuación en caso de emergencia.
La prueba se realizó en el Centro Tecnológico de Seguridad de Vehículos en Alemania y refleja la política que quiere seguir Mercedes-Benz con sus productos durante los próximos años y que sean capaces de resistir no solo pruebas de choque sino también accidentes reales.
De hecho, la simulación replicó las condiciones reales de un choque frontal en carretera de doble sentido y teniendo en cuenta que los conductores intentarían frenar antes de la colisión.
Markus Shäfer, director de Tecnología de Mercedes-Benz, resaltó que todos sus vehículos, independientemente de la tecnología que los impulse, mantienen altos niveles de seguridad y dijo que el objetivo de la marca es lograr cero accidentes mortales de tráfico para 2050 y reducir las víctimas graves para 2030.
La prueba incluyó maniquíes adultos en los vehículos, y las lecturas de los sensores indicaron bajo riesgo de lesiones graves o mortales gracias a que los sistemas de retención, airbags y tensores de cinturón funcionaron según lo previsto, confirmando los resultados de simulaciones por ordenador.
En ese contexto, Mercedes-Benz dijo que desarrolló un concepto de protección de alta tensión para vehículos eléctricos, con elementos clave para garantizar la seguridad de la batería y otros componentes con tensiones superiores a 60 voltios.
Este sistema se desconecta automáticamente en caso de colisión grave, lo que lo hace esencial en la seguridad de vehículos eléctricos.
Además de la prueba de choque con sus modelos de línea, la compañía también potenció su campaña “Safety Symphony” para resaltar cómo los sistemas de seguridad trabajan conjuntamente.
Esta campaña se promoverá en redes sociales con el hashtag #allforsafety e incluirá videoclips, concursos interactivos y un documental informativo sobre las pruebas de choque de los SUV EQA y EQS.