Imágen referencial - Concept Car Ariya - 2019
La firma japonesa de automóviles Nissan anunció una fuerte inversión, de unos 1.402 millones de dólares en la creación de dos nuevos modelos de autos eléctricos, los que serán fabricados en su planta ubicada en Sunderland, en Reino Unido.
"La última inversión de Nissan llega hasta 1.407 millones de dólares (1.120 millones de libras) en sus operaciones en el Reino Unido", dijo el fabricante de automóviles en un comunicado.
La marca nipona añadió que en su hoja de ruta se contempla además la puesta en marcha de una gran fábrica suplementaria de baterías y otros proyectos de infraestructura, los que significan una inversión que podría alcanzar los 2.502 millones de dólares en total (2.000 millones de libras).
"La inversión de Nissan es una enorme muestra de confianza en la industria automovilística británica, que ya aporta 88.920 millones de dólares (71.000 millones de libras) al año a nuestra economía", celebró en un comunicado el primer ministro británico, Rishi Sunak.
"Nos dirigimos hacia una nueva era para Nissan", afirmó el director general del grupo japonés, Makoto Uchida, en una declaración a la agencia AFP.
El fabricante japonés planea versiones eléctricas de sus modelos Qashqai y Juke, así como una nueva generación de su Leaf, un coche eléctrico lanzado hace unos diez años y que ya se fabrica en Sunderland.
El grupo japonés ya ha invertido mucho en el país europeo y "los planes de Nissan para las futuras versiones eléctricas del Qashqai, el Juke y la sustitución del Leaf permitirán una inversión de hasta 3.757 millones de dólares (3.000 millones de libras) en el Reino Unido", aseguró el grupo de Yokohama.
Según Nissan, el gobierno del Reino Unido "ha concedido 18,7 millones de dólares (15 millones de libras) a un proyecto de colaboración de 30 millones liderado por Nissan" en Cranfield, al norte de Londres.
Durante el anuncio de los presupuestos de otoño (boreal), el ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, incluyó 5.635 millones de dólares ( 4.500 millones de libras) en ayudas a sectores industriales estratégicos, incluido el automovilístico.
Reino Unido quiere consolidar su posición en la carrera por la electricidad en los automóviles, en plena transición energética.