La autoridad a cargo de la seguridad en el transporte de Estados Unidos acusó a la empresa de taxis autónomos Cruise, filial de General Motors, de ocultar información relevante en el marco de una investigación abierta por un accidente vial que involucró a uno de sus autos sin conductor y planteó además que la compañía podría además ser objeto de millonarias multas por este concepto, las que se sumarán a la reciente suspensión de su licencia para operar en el estado de California.
La posible multa que enfrenta la firma de “robotaxis” podría alcanzar los 1.5 millones de dólares, según documentos presentados a finales de la semana pasada por la Comisión de Servicios Públicos del mencionado estado.
El documento ordena a Cruise comparecer en una audiencia probatoria el 6 de febrero próximo para determinar si la compañía engañó a los reguladores sobre lo que sucedió después de que uno de sus autos sin conductor que atropelló a un peatón que previamente había sido golpeado por otro vehículos conducido por una persona.
La audiencia de febrero se produce apenas seis meses después de que la comisión autorizó al servicio de robotaxi de Cruise a comenzar a cobrar a los pasajeros por los viajes en la ciudad de San Francisco, a pesar de estridentes objeciones de los funcionarios de la ciudad que advirtieron que los autos sin conductor no funcionaban correctamente.
Tres semanas después del accidente de Cruise el 2 de octubre, el Departamento de Vehículos Motorizados de California cerró efectivamente el servicio de robotaxi suspendiendo su licencia para operar en el estado.
GM: Podemos hacer las cosas de manera más eficaz
La suspensión fue un duro golpe para Cruise y su matriz corporativa, GM, que absorbió enormes pérdidas durante el desarrollo del servicio sin conductor que se suponía generaría mil millones de dólares en ingresos para 2025 a medida que se expandiera más allá de San Francisco.
Después de perder casi 6 mil millones desde finales de 2019, Cruise ha dado marcha atrás mientras lucha por controlar las consecuencias del accidente del 2 de octubre que hirió gravemente al peatón atropellado y provocó la reciente renuncia del director ejecutivo y cofundador Kyle Vogt.
Sin abordar directamente la posible multa, la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, dijo que la crisis de octubre ha ayudado al fabricante de automóviles a aprender más sobre la necesidad de transparencia y una mejor relación con los reguladores.
"Estamos muy concentrados en enderezar el barco aquí porque esta es una tecnología que puede hacer que la forma en que nos movemos del punto A al punto B sea más segura", dijo Barra en una reunión de medios automotrices.
Barra también señaló como señales de progreso la revisión de la gestión de Cruise, que incluyó una reorganización de sus equipos legales y de relaciones gubernamentales. "Creemos que podemos hacer las cosas de manera más eficaz", explicó.
Video clave
Cruise emitió su propia declaración comprometiéndose a responder "de manera oportuna" a las preocupaciones de la Comisión de Servicios Públicos. La compañía ya contrató a una firma de abogados externa para examinar su respuesta al accidente del 2 de octubre.
Las preguntas más serias sobre el incidente se refieren al manejo por parte de Cruise de un video que muestra un robotaxi llamado "Panini" arrastrando al peatón por unos 6 metros antes de detenerse.
En una presentación del 1 de diciembre que relata cómo Cruise manejó las revelaciones sobre el accidente, la Comisión de Servicios Públicos afirmó que la compañía trató de ocultar cómo reaccionó su robotaxi al accidente durante más de dos semanas.
Cruise no proporcionó el video hasta el 19 de octubre, según el documento regulatorio. El encubrimiento duró 15 días, según la PUC, exponiendo a Cruise y GM a posibles multas de 100.000 dólares por día, o 1.5 millones de dólares.
