El gigante de la industria automotriz Stellantis reconoció que existe urgencia para desarrollar y producir autos eléctricos que sean asequibles para el público y que, al mismo tiempo, generen rentabilidad para los fabricantes.
Así lo aseguró el CEO del grupo ítalo-franco-estadounidense, Carlos Tavares, quien advirtió que las marcas europeas que no logren este equilibrio "estarán en problemas muy, muy pronto".
Hasta ahora los fabricantes del Viejo Continente han priorizado vender menos vehículos a precios más altos para maximizar sus beneficios. Sin embargo, la creciente influencia de las marcas chinas ha cambiado este paradigma, forzando a las compañías europeas a reconsiderar su estrategia.
Bajo ese escenario, Tavares dijo que es fundamental avanzar en acciones que permitan reducir los costos de fabricación de las unidades cero emisiones para que estas alcancen valores de mercado que puedan ser cubiertos por la clase media.
Este enfoque se vuelve crucial para competir con las marcas china, que a la fecha ya han redefinido las reglas del juego al ofrecer autos eléctricos con precios mucho más convenientes.
El llamado de atención de Stellantis refleja la nueva mentalidad que se está imponiendo en la industria automotriz occidental.
Ante esta verdadera “avalancha de autos chinos más económicos”, fabricantes tradicionales como Volkswagen, Citroën, Fiat y Renault han empezado a trabajar en el desarrollo de vehículos eléctricos más baratos, reconociendo la importancia de ellos para masificar esta tecnología y detener la creciente presencia china en el mercado automotriz global.
Sin ir más lejos, Volkswagen ya anunció el ID.2 como su modelo de acceso a su catálogo cero emisiones, mientras que Citroën hará lo propio con el ë-C3. Por su parte, Fiat hace lo propio con el nuevo Panda y Renault con los próximos Renault 5 y Twingo.