Un grupo de 33 senadores estadounidenses, liderados por demócratas como Gary Peters y Ron Wyden, envió una carta a Tesla y otros 12 fabricantes de automóviles instalados en ese país donde les reiteran la necesidad de no entorpecer las acciones que realiza el sindicato United Auto Workers (UAW) para organizar a los trabajadores de las plantas automotrices en Estados Unidos.
La gremial realizó el año pasado una inédita huelga que afectó a los llamados “Tres grandes de Detroit” y que finalizó tras seis semanas de movilización con un importante acuerdo colectivo que regirá por los próximos cuatro años. Tras el éxito conseguido, la sindical inició una campaña para extender su influencia y sumar a los trabajadores de otras marcas automotrices que no se vieron beneficiados con este acuerdo.
En la carta de los senadores piden a empresas como Toyota, Volkswagen, Hyundai, Rivian, Mercedes-Benz, Honda, Nissan y BMW, entre otros, que se comprometan a no interferir en las actividades sindicales y respeten los derechos de los trabajadores.
Los senadores sostienen que un acuerdo de neutralidad es esencial, especialmente cuando las empresas reciben fondos federales relacionados con la transición hacia vehículos eléctricos.
La misiva surge ante informes de presuntas acciones ilegales por parte de algunos fabricantes para bloquear esfuerzos sindicales, citando conclusiones de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) sobre tácticas ilegales utilizadas por Tesla, incluido acoso en línea, interrogatorios y despidos en represalia.
Volkswagen refutó las acusaciones de intimidación y represión sindical, mientras que Hyundai afirmó que las acusaciones de la UAW no son precisas y que sigue cumpliendo con las reglas de la NLRB. Toyota, Subaru y Rivian optaron por no hacer comentarios, y otros fabricantes aún no han respondido.
A finales de noviembre, la UAW anunció una iniciativa para organizar públicamente todo el sector automotriz no sindicalizado en Estados Unidos, abarcando a 13 fabricantes de automóviles.
En ese contexto, esperan que alrededor de 150.000 trabajadores de estas plantas se unan a la organización, la que ya cuenta con más de 130.000 afiliados de GM, Ford y Stellantis a fin de igualar las mejoras salariales y condiciones del trabajo.
Los senadores expresaron su apoyo a los trabajadores en su búsqueda de justicia económica, destacando los recientes acuerdos del UAW con General Motors, Ford y Stellantis que incluyeron aumentos salariales significativos y mejoras laborales.
Aunque los esfuerzos de la UAW por organizar fábricas de automóviles extranjeros han enfrentado desafíos en el pasado, recientemente anunciaron que el 30% de los trabajadores en la planta de VW en Tennessee ya han firmado tarjetas de autorización sindical.