La empresa de arriendo de vehículos Hertz comunicó su decisión de vender 20.000 vehículos eléctricos de su flota en Estados Unidos para reinvertir parte ese dinero en la compra de automóviles con motores de combustión, insólita medida que se fundamente en los altos costos que deben pagar por la reparación de estas unidades y a su baja demanda por parte de sus clientes, quienes siguen exigiendo ejemplares con motores térmicos.
Según publica Bloomberg, la venta de estos vehículos de batería, que suponen un tercio de su flota eléctrica en el país, comenzó el mes pasado y seguirán durante todo el 2024.
Bajo ese escenario, se indicó que Hertz espera registrar unos 245 millones de dólares en gastos de depreciación en el cuarto trimestre del año.
"La compañía espera reinvertir una parte de los ingresos de la venta de vehículos eléctricos en la compra de vehículos con motor de combustión interna para satisfacer la demanda de los clientes (...) Esperamos que esta medida equilibre mejor la oferta con la demanda esperada de vehículos eléctricos", informó la empresa de alquiler.
Asimismo, el director ejecutivo de Hertz, Stephen Scherr, señaló en octubre que los vehículos eléctricos tienen unos costes de reparación más altos que el resto de automóviles, algo que afectaba directamente sus resultados.
La publicación de Bloomberg precisa que la gran mayoría de los autos afectados con esta decisión corresponden a Tesla, del que la compañía anunció la compra de 100.000 vehículos hace dos años. A esta marca se suma Polestar, de la que Hertz se comprometió a comprar hasta 65.000 unidades en cinco años.
