El presidente del Grupo Stellantis, John Elkann, negó categóricamente cualquier posibilidad de una fusión con el fabricante francés Renault, posibilidad de la que se había especulado los últimos días como una acción destinada a detener la arremetida de los fabricantes chinos.
Según un artículo publicado por Automotive News Europe, Elkann aseguró que "no hay planes en estudio sobre operaciones de fusión con otras compañías", desmintiendo así reportes del diario italiano Il Messaggero, que sugerían que el Gobierno francés, principal accionista de Renault y con una participación en Stellantis, estaba considerando un plan de fusión entre ambos grupos.
La idea de esta alianza, añadía el artículo, era reforzar la posición de Francia en el sector del automóvil y enfrentar la creciente competencia de fabricantes chinos, así como también a los alemanes de Volkswagen.
A pesar de las conjeturas, Elkann reiteró el compromiso de Stellantis con un plan destinado a reunir al Gobierno italiano y a todas las partes interesadas de la industria automovilística para afrontar los retos de la transición eléctrica.
Las acciones de Renault, que habían aumentado más de un 4% al comienzo de la semana debido a los rumores de fusión, redujeron sus ganancias al 1% después del desmentido de Elkann.
Automotive News Europe señaló que, aunque Renault ha experimentado dificultades, como la salida del mercado ruso y la reducción de la cooperación con Nissan, el fabricante francés sigue siendo considerado como un posible objetivo de fusión y adquisición.
La cancelación de los planes de Renault para sacar a bolsa su unidad de vehículos eléctricos y software, Ampere, ha intensificado aún más las especulaciones sobre su futuro.
A pesar de los desafíos, Stellantis se destaca como uno de los grupos más rentables de la industria automovilística actual, con un valor de mercado superior a los 85.000 millones de euros, mientras que Renault mantiene un valor de mercado relativamente bajo, de poco más de 10.000 millones de euros.