En líneas generales, la presión de los neumáticos es la fuerza que ejerce el aire comprimido dentro de la rueda y se puede medir en kg/cm², en PSI (libras por pulgada cuadrada) o en bares. Hacerlo de manera habitual no solo extiende la vida útil del neumático al mejorar su rodadura y reducir el desgaste, sino que también mejora la seguridad durante la conducción y la eficiencia de combustible. En el manual del vehículo se indica la presión ideal para sus ruedas, información que también se encuentra en la etiqueta que va en el marco de la puerta y en el mismo neumático.
La banda de rodadura es la parte de contacto de un neumático con la superficie de la carretera y la que finalmente define la tracción y adherencia al conducir. La banda de rodadura está compuesta por una serie de patrones, surcos y/o canales que están diseñados para dispersar el agua y mejorar la tracción en diversas condiciones climáticas, como lluvia, nieve o barro. De ahí que se recomienda revisar visualmente los neumáticos buscando irregularidades en el desgaste de la banda de rodadura, ya que éstas podrían indicar problemas con la alineación y el inflado.
Manejar a una velocidad adecuada, sin aceleraciones y frenados bruscos, ayudará a prolongar la vida útil de los neumáticos no solo minimizando su desgaste, sino también reduciendo la posibilidad de sufrir golpes o daños producto del mal estado de las calles. De igual manera, la forma de tomar las curvas es otro factor importante en el desgaste de los neumáticos. Si haces una trayectoria suave y no forzada, reducirás el deterioro, sobre todo en el exterior de la banda de rodadura y hombros exteriores.
Normalmente, los neumáticos instalados en el eje delantero de un vehículo se desgastan de manera diferente a los de la parte trasera, pero al cambiar su posición, de adelante hacia atrás y viceversa, se puede optimizar la vida útil de los neumáticos. ¿Cómo saber cuándo rotarlos? Los períodos de rotación varían, pero se recomienda hacerlo tras cumplir los 10.000 km.
Si vas a dejar el auto estacionado por una larga temporada, la recomendación es mover el vehículo cada dos semanas. Con esto no solo tendrás el vehículo en buen estado para usarlo, sino que además evitarás que los neumáticos se deformen al estar siempre en contacto con el suelo de la misma forma. De igual forma se recomienda estacionar el auto en lugares protegidos del agua, frío o calor para alargar la vida útil de los neumáticos. Por ejemplo, dejar el auto a pleno sol no solo reduce la humectación del caucho de los neumáticos, perdiendo con el tiempo sus propiedades de flexibilidad, sino que también reduce la presión de las ruedas, afectando el desempeño del vehículo.
El alineado y balanceado de un neumático son dos procedimientos fundamentales para garantizar un funcionamiento óptimo y seguro del vehículo. El alineado se refiere a la corrección de la posición relativa de las ruedas respecto al vehículo y entre sí, asegurando que estén paralelas entre sí y perpendiculares al suelo. Esto ayuda a prevenir el desgaste irregular de los neumáticos y mejora la estabilidad del vehículo. Por otro lado, el balanceado consiste en equilibrar el peso de cada rueda y neumático para eliminar las vibraciones que puedan surgir a ciertas velocidades, lo que contribuye a una conducción suave y segura. Estos dos procedimientos son esenciales para mantener la seguridad, el rendimiento y la durabilidad de los neumáticos y del vehículo en general.
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