Austria se cansó de los conductores que no respetan los límites de velocidad poniendo en riesgo no solo su vida sino también de quienes lo rodean, y para evitar que estos sigan corriendo entró en vigencia una normativa mucho más estricta que no solo establece costosas multas para los infractores, sino que además contempla la posibilidad de que pierdan su vehículo dependiendo de la gravedad de la falta.
Esta modificación a la normativa de tránsito fue aprobada en el país europeo a mediados del año pasado y entró en vigor total el 1 de marzo pasado.
El nuevo cuerpo legal establece que el castigo para quienes superen los límites establecidos variará dependiendo de la gravedad de la infracción, pudiendo llegar a la incautación temporal del auto o incluso a la pérdida total del mismo.
Todo depende de la velocidad
En líneas generales, la norma establece tres niveles para clasificar las infracciones, dependiendo de la rapidez con la que se desplaza el vehículo cuando es controlado y si este circula por autopistas urbanas o interurbanas.
En la primera categoría se determinan solo multas monetarias y aquí entran quienes superan la velocidad máxima permitida pero en rangos reducidos.
En tanto, en los otros dos niveles se establece la incautación temporal o definitiva del vehículo, sanción que dependerá básicamente de cuántos kilómetros por hora se sobrepase la velocidad máxima permitida.
Así las cosas, en el segundo nivel, el vehículo será incautado durante 14 días en caso de que sea sorprendido transitando a 60 km/h por encima del límite permitido en las carreteras urbanas o a 70 km/h o más en las autopistas interurbanas.
Finalmente, en el tercer nivel de sanción, el conductor perderá su auto si es sorprendido desplazándose a 80 km/h o más por encima de la velocidad máxima permitida en calles o autopistas urbanas, o a 90 km/h o más en las interurbanas.
Esto se traduce en que, por ejemplo, en una vía urbana de 50 km/h, si se circula a más de 110 km/h, el infractor puede quedarse sin el auto durante algunos días. O bien perderlo para siempre si es sorprendido a más de 130 km/h en la misma ruta urbana.
En las autopistas interurbanas, la velocidad máxima es de 120 km/h, así que la primera sanción se aplicará en caso de ir a más de 190 km/h, y la segunda si se circula a más de 210 km/h.
Según las autoridades de Austria, esta nueva normativa incrementará en más de 400 los vehículos incautados al año, los cuales serán finalmente subastados.
Del dinero que se obtenga por cada unidad, el 70% irá al Consejo Austriaco de Seguridad Vial y el 30% restante a la administración local, que correrá con los costos judiciales. A esto se añaden las multas, que oscilan entre los 500 y 7.500 euros, según la gravedad de la infracción.
Si bien los países de Europa avanzan hacia leyes más estrictas para los conductores, el propio bloque también trabaja en una normativa general para castigar más duramente a quienes vayan demasiado rápido y que contempla que la retirada del carnet de conducir no solo será efectiva para el país donde se cometió la infracción, sino también en todo el conglomerado.