Un informe de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) advirtió que la emblemática marca Fiat, hoy en manos del grupo Stellantis, analiza disminuir su producción de autos compactos en Italia para potenciar la fabricación de sus modelos tipo SUV, ensamblados en plantas ubicadas en otros países del bloque.
El reporte, realizado en base a las cifras obtenidas por GlobalData, plantea que si bien la medida va en línea con las tendencias de la industria automovilística, no solo implica un retroceso en los esfuerzos por disminuir los niveles de contaminación del sector (los autos más grandes consumen más combustible), sino también es un duro golpe a la tradicional industria automotriz italiana cuya producción está siendo afectada al trasladar las operaciones a países como Serbia, Polonia y Turquía.
Al mismo tiempo, agrega el escrito, Fiat avanza lentamente en la electrificación de sus modelos, algo que no coincide con los compromisos de descarbonización comunicados por su grupo matriz, Stellantis.
Los resultados del informe de T&E se ajustan así a las previsiones de GlobalData, institución que estimó que en los próximos años la producción de Fiat estará caracterizada por la deslocalización, un lento proceso de electrificación y un aumento en el tamaño de los automóviles.
En concreto, con este proceso de deslocalización, añade el reporte de T&E, solo el 22% de la producción de automóviles se quedaría en Italia enfocada principalmente en la producción de Fiat 500. Ese porcentaje, añadieron, está muy por debajo del 48% anotado en 2022 con 510.000 unidades.
Este escenario ya ha despertado la preocupación de las autoridades italianas que buscan blindar la producción de su legendaria industria automotriz, escenario en el que han acusado a Stellantis, grupo dominado por intereses franceses y dueño de Fiat, de no cooperar en ese objetivo.
Lenta adopción de nuevas tecnologías
Otro aspecto que apunta el estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente es el lento avance de Fiat en la electrificación de su gama.
Prueba de ello, precisan, es que en 2023 sólo el 12% de la producción total de Fiat en la UE y países vecinos correspondió a unidades a batería.
La producción de eléctricos representó el año pasado el 18% de las ventas de la marca Stellantis en Europa, mientras que en Italia la participación sólo llegó a un 2,9%.
La última tendencia que anota el análisis que hace T&E de los datos de proyección de GlobalData muestran una estrategia de producción basada cada vez menos en modelos pequeños pertenecientes a los segmentos A y B.
Si en 2022 dos de cada tres coches Fiat (66%) eran vehículos pequeños pertenecientes al segmento A, las previsiones indican una inversión de tendencia en la producción: los vehículos del segmento A caerán hasta el 43% de la producción total, a favor del crecimiento de los vehículos del segmento B (que pasarían del 8% al 32%; y se trataría únicamente de modelos SUV), mientras que en el segmento C --que mantendría la misma cuota de producción (26%)--, el porcentaje de SUV pasaría del 0 al 10%.
Por tanto, la tendencia a la "SUVización", como la llama la organización, "parece marcada". En 2023, los SUV representaron apenas el 12% de la producción de Fiat , muy por debajo de las ventas registradas para ese tipo de vehículos en el mercado italiano (56%) en el mismo año.