La planta de Tesla en Alemania retomará sus operaciones la próxima semana luego de paralizar el 5 de marzo pasado debido a un incendio que afectó a una torre de alta tensión cercana a las instalaciones y que es investigado como un eventual ataque originado luego que grupos ambientalistas y vecinos rechazaron la petición del fabricante de autos para talar un bosque ubicado en su predio para ampliar capacidad productiva.
Así lo indicó la jefa del comité de empresa de Tesla, Michaela Schmitz, quien ayer viernes aseguró que "la próxima semana reiniciaremos la fábrica", una vez que se solucionen los problemas originados por el incendio.
La policía alemana indaga el siniestro como un ataque orquestado luego que mediante una carta la organización de extrema izquierda llamada Grupo Volcano se atribuyó la autoría del incendio.
Michaela Schmitz confirmó el inicio de operaciones al hablar ante cientos de trabajadores reunidos en el centro de producción de vehículos eléctricos, varios de los cuales además sostenían pancartas que decían "¡No nos cerrarán!".
"Junto con muchos capítulos de logros destacados, este ataque pasará a la historia como un capítulo oscuro. Pero eso tampoco nos detendrá", afirmó Schmitz.
El presunto ataque dejó a los 12.500 empleados de la empresa inactivos y significó que la planta dejara de producir alrededor de 1.000 vehículos por semana, lo que genera pérdidas que se espera que sean de al menos varios cientos de millones de euros.
La planta de Tesla en Grünheide ha sido durante años objeto de críticas por parte de algunos lugareños y activistas, preocupados por su impacto medioambiental.
Investigación en marcha
La principal fiscalía de Alemania anunció que investigará el presunto ataque al suministro eléctrico de Tesla.
Una vocera añadió que existe la sospecha inicial de que una organización terrorista pudo haber realizado el ataque. En tales casos, explicó, la fiscalía federal, que es el principal organismo de aplicación de la ley de Alemania, es responsable de la investigación.
Por su parte, Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, condenó el incidente y escribió en sus redes sociales que "estos son los ecoterroristas más tontos de la Tierra, o marionetas de quienes no tienen buenos objetivos ambientales".
"Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de vehículos de combustibles fósiles, es extremadamente estúpido", sentenció.
