El dueño de un exclusivo y costoso Ferrari F40 robado hace 24 años desde un hotel en la ciudad de Monza vivió un inesperado giro del destino tras poder hallar y recuperar el deportivo. La historia, que bien podría pertenecer a la trama de una película, se hizo realidad gracias a la intervención de Art Recovery International, una empresa especializada en la recuperación de obras de arte.
El superdeportivo berlinetta de dos puertas, del que sólo se hicieron 1311 unidades entre 1987 y 1992, desapareció el 16 de abril del año 2000 mientras estaba estacionado frente a un hotel en Villasanta, Monza.
Desde ese entonces el auto valorado en cerca de 2,5 millones de dólares, de ese entonces, desapareció y estuvo en paradero desconocido hasta que hace unos meses fue detectado, en una ubicación no revelada, por la empresa de recuperación de arte que se contrató para las pesquisas de esta pieza automotriz.
El proceso de recuperación no estuvo exento de complejidades legales y negociaciones confidenciales que finalmente llevaron a un acuerdo entre el propietario y los intermediarios, facilitando así el reencuentro entre el hombre y su preciado Ferrari rojo, hoy valorado en cerca de 3,5 millones de dólares.
Christopher A. Marinello, CEO y fundador de Art Recovery International, compartió la emocionante noticia en sus redes sociales, detallando el proceso que involucró la participación de tres grupos de abogados y una compañía de seguros.
Como gesto de agradecimiento hacia Marinello por su crucial papel en la recuperación del vehículo perdido, el propietario del cavallino rampante ofreció al abogado la oportunidad de realizar una prueba de conducción especial del Ferrari F40, tanto en carretera como en circuito, oferta que fue aceptada.
Este caso se conoce apenas unos días después de que la Policía del Reino Unido encontrara otro Ferrari robado, un F512M perteneciente al expiloto de Fórmula Uno Gerhard Berger, desaparecido hace 29 años durante el Gran Premio de F1 de San Marino en 1995.
El Ferrari F40 fue lanzado en 1987 y fue desarrollado como un homenaje al 40º aniversario de la casa de Maranello, marcando un hito en la historia de la firma italiana y convirtiéndose en un ícono automovilístico.
Su diseño, responsabilidad del famoso carrocero Pininfarina, destaca por una estética inspirada en los autos de carreras de la época. Sus líneas aerodinámicas, alerón prominente y marcadas tomas de aire NACA, lo convirtieron en una máquina que transmitía potencia y velocidad a simple vista, algo que además quedó refrendado por su poderoso motor V8 biturbo de 2.9 litros que desarrollaba 478 caballos de fuerza que le permitía alcanzar velocidades de hasta 324 km/h y pasar de 0 a 100 km/h en solo 4.1 segundos.