El fabricante estadounidense de automóviles General Motors (GM) paralizará temporalmente la producción en una de sus plantas en Argentina debido a la falta de insumos por las trabas a la importación.
La compañía informó que, desde el 28 de marzo y hasta el 14 de abril, suspenderá la producción en su planta de Alvear, en la central provincia de Santa Fe, "por inconvenientes con el suministro de piezas de proveedores afectados con los pagos al exterior".
GM ya había tomado una medida similar entre finales de diciembre y principios de marzo en esa planta, donde se fabrica el modelo SUV Chevrolet Tracker.
La falta de piezas y partes para autos obedece a los problemas de los proveedores para importar por la falta de divisas en el país suramericano.
Incluso aunque el Gobierno de Javier Milei ha buscado regularizar las deudas de los importadores con sus proveedores en el exterior y ha flexibilizado las restricciones para importar, los inconvenientes persisten.
Este no es el único problema que afronta el sector automotriz, una de las principales actividades industriales de Argentina.
Las terminales están afrontando una sensible contracción en la demanda, en un contexto de caída generalizada de la actividad económica, elevadísima inflación y pérdida del poder adquisitivo de los hogares, una combinación de factores que está golpeando al consumo.
De acuerdo a datos de la Asociación de Fábricas de Automotores, las ventas de vehículos de las terminales a los concesionarios acumularon en el primer bimestre una bajada del 5,9 %, mientras que la producción de autos se desplomó un 18,2 % en igual período y las exportaciones crecieron el 10,1 %.
En este escenario, medios locales informaron que la japonesa Toyota planea lanzar una propuesta de retiros voluntarios para reducir su plantilla en 400 trabajadores.