La empresa de vehículos autónomos Cruise, de General Motors, retomará operaciones con una flota de autos conducidos por humanos tras un grave accidente protagonizado por uno de sus robotaxi hace seis meses y que obligó a suspender todas sus operaciones.
Según informó la compañía, esta flota de autos convencionales será usada para crear mapas y recopilar información vial en algunas ciudades seleccionadas de Estados Unidos, comenzando en Phoenix, donde la compañía tiene una gran cantidad de trabajadores.
"Esto ayudará a informar dónde finalmente reanudaremos las operaciones sin conductor", dijo Cruise en un comunicado.
Algunos de los datos que se recopilarán incluyen límites de velocidad, señales de alto, semáforos, pintura de carriles y carriles exclusivos para girar a la derecha.
En enero se reveló que el Departamento de Justicia está investigando a General Motors debido a la colisión que hirió gravemente a un peatón, obligando a detener las operaciones de los vehículos autónomos de su filial.
La investigación del Departamento de Justicia revelada en un informe es el último giro en una debacle que comenzó en octubre después de que un robotaxi operado por la filial Cruise de GM arrastró a un peatón unos 6 metros después de que la persona fuera atropellada en San Francisco por otro vehículo conducido por un humano.
El incidente provocó que los reguladores suspendieran la licencia de Cruise para operar su flota sin conductor en California y desencadenó un cambio en los principales cargos de la compañía, así como también el despido de un número importante de trabajadores.
La omisión por parte de Cruise de detalles clave sobre lo sucedido en el incidente del 2 de octubre también dio lugar a acusaciones de encubrimiento que podría haber resultado en una multa de 1,5 millones de dólares. Cruise finalmente acordó pagar 112.500 dólares como multa.