Altos ejecutivos de BMW y Volkswagen advirtieron a la Unión Europea sobre las posibles repercusiones que podría generar la decisión de aumentar los impuestos a la importación de vehículos eléctricos provenientes de China, medida solicitada por algunos sectores para proteger la industria automotriz local ante la fuerte competencia que hoy genera el gigante asiático.
A juicio de los fabricantes alemanes, levantar un "muro arancelario" a los autos chinos tendrá un impacto negativo en los objetivos ambientales acordados por la UE en el marco del llamado Acuerdo Verde y también podría afectar a las marcas de automóviles europeas que importan vehículos que fabrican en China.
La Comisión Europea, responsable de la política comercial en los 27 países de la UE, ha estado investigando desde octubre si los vehículos eléctricos totalmente fabricados en China reciben subsidios que distorsionan el mercado y, por lo tanto, justifican la aplicación de aranceles adicionales.
Oliver Zipse, CEO de BMW, manifestó que "en poco tiempo podrías pegarte un tiro en el pie" al introducir aranceles.
BMW, al igual que sus competidores alemanes Volkswagen y Mercedes-Benz, importa una parte significativa de sus ingresos de su negocio en China. De hecho, China es el segundo mercado más grande de BMW después de Europa, representando casi el 32% de las ventas en el primer trimestre.
Zipse también enfatizó que operar a nivel mundial otorga una ventaja industrial a los principales fabricantes de automóviles, y reiteró que introducir aranceles a las importaciones podría poner en peligro esa ventaja.
Por su parte, Thomas Schaefer, CEO de la marca Volkswagen, advirtió sobre el riesgo de imponer aranceles más altos a los vehículos eléctricos chinos, ya que ante una acción de esa magnitud "siempre hay algún tipo de represalia".
La investigación de la Comisión Europea debería concluir en noviembre, pero existe la posibilidad de que se impongan aranceles provisionales en julio. Esto podría afectar significativamente a los vehículos eléctricos chinos que buscan posicionarse en los mercados del bloque, pero también a los fabricantes locales que dependen de componentes provenientes precisamente del gigante asiático y sin estas materias primas no podrán avanzar en los planes de electrificación de la industria automotriz.
De ahí que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Emmanuel Macron, presidente de Francia, han llamado a China a garantizar un comercio más equilibrado con Europa.
Al respecto, el CEO de BMW destacó que no habrá ningún automóvil en la UE sin componentes provenientes de China, y que imponer aranceles podría deshacer el plan industrial de la UE para liderar la reducción de las emisiones de carbono y el desarrollo de la tecnología necesaria para lograrlo".