El fabricante de vehículos de alta gama Mercedes-Benz se distanció una vez más de sus ambiciosos objetivos en materia de electrificación de sus vehículos programado para 2030 y proyectó que seguirá comercializando modelos con motores de combustión hasta bien avanzada la próxima década ante el debilitamiento experimentado en sus ventas y la baja demanda que aún hay de unidades eléctricas.
Así lo confirmó ante la Junta General de Accionistas del grupo el director general, Ola Källenius, quien dijo que la compañía continuará fabricando vehículos híbridos y con motores de combustión “hasta bien entrada la década de 2030, si existe la demanda".
El ejecutivo germano dijo además que la transformación del modelo de negocio que busca impulsar el grupo "podría tardar más de lo esperado".
El cambio del modelo de negocio hacia la electrificación no avanza según lo estimado, con registros que han sido decepcionantes en la división de modelos cero emisiones debido a los elevados costos de los sedanes EQS y EQE, un segmento clave de la estrategia que desveló en su momento Källenius para aumentar los beneficios de la compañía a través de las ventas de vehículos de alta gama.
El margen de beneficio de la compañía cayó al 9% en el primer trimestre del ejercicio, el más bajo de los últimos dos años y por debajo de las expectativas del grupo a largo plazo, al tiempo que advirtió de que los márgenes caerán aún más en lo que queda de 2024.
El objetivo de la compañía es incrementar las ventas de sus automóviles más caros hasta en un 60% para 2026 y elevar el margen operativo a alrededor del 14%, lo que supondría un incremento de unos cinco puntos porcentuales con respecto de los registros actuales.
La compañía con sede en Stuttgart está detrás de sus rivales en la transición del modelo de negocio: en el primer trimestre, las entregas de vehículos eléctricos de Mercedes cayeron un 8%, mientras que BMW experimentó un aumento del 41% en las ventas de vehículos totalmente eléctricos de la marca.