Todo amante de las tuercas sabe que una de las características más llamativas de la Fórmula Uno son sin dudas sus complejos y poderosos monoplazas. Los motores de estos vehículos representan la cúspide de la ingeniería automotriz, combinando potencia extrema, eficiencia energética y tecnología avanzada.
Es en ese escenario que la Fórmula Uno ha ido adaptando sus motores a nuevas regulaciones y requerimientos mundiales que apuntan hacia energías sostenibles.
Así, hoy en día los motores de la competencia son híbridos, combinando un motor de combustión interna (ICE) con dos sistemas de recuperación de energía. De hecho, según explica el medio especializado Motorpasion, en 2026 la Fórmula Uno estrenará nuevo reglamento técnico que simplifica los actuales bloques híbridos, dándole un mayor énfasis al apartado eléctrico.
Esto va en línea con las aspiraciones mundiales de la industria automotriz que está enfocada en dar mayor protagonismo a los autos cero emisiones.
No obstante, la Fórmula Uno no le cierra la puerta a volver a los motores 100% a combustión. Esto de la mano de los combustibles sintéticos que se trabajan actualmente.
“Si los combustibles sostenibles funcionan, tendremos que evaluar cuidadosamente si continuar con la tecnología híbrida o si habrá mejores soluciones disponibles”, indicó Stefano Domenicali, el CEO de la Fórmula Uno, según el citado medio.
Los combustibles sintéticos siguen su desarrollo y son la esperanza de los amantes de los motores a combustión interna. De ahí que incluso la Fórmula Uno los mire con altas expectativas.