El fabricante de vehículos chino Great Wall Motors (GWM) decidió no seguir sus operaciones en Europa debido a la fuerte competencia que se vive en ese mercado y dispuso el cierre de sus oficinas en Munich, Alemania, lo que significó el despido de un centenar de trabajadores.
Según se informó, la decisión de la marca responde a un cambio de estrategia que busca afianzar su posición en los mercados de Asia y recuperar el impulso no solo en su mercado local (China), sino también otras plazas como Vietnam o Singapur, donde espera un mayor crecimiento durante los próximos años, dijeron ejecutivos de la empresa a medios alemanes.
GWM tenía previsto ampliar sus operaciones a otros mercados de Europa durante 2024 después de haberse asentado Alemania, los países escandinavos y Francia desde su llegada al continente en 2021, hecho que la convirtió en una de las primeras marcas del gigante asiático en vender sus autos en Europa.
No obstante, los resultados de los últimos meses, que están por debajo de las expectativas, hicieron que la compañía china volviera a revisar y decidiera modificar sus objetivos iniciales.
Durante el pasado trimestre, Great Wall Motors vendió sólo 1.600 vehículos en Europa en plena ralentización del mercado de los autos eléctricos. A estos malos resultados se suma la posibilidad de que en junio la Unión Europea (UE) tome la decisión de subir los aranceles e impuestos a los vehículos asiáticos lo que hacía aún más difícil su permanencia en el bloque de países.