El panorama de los salones del automóvil ha cambiado drásticamente en los últimos años y el impacto de estas exposiciones ya no es el mismo que antaño. En ese contexto, se conoció que el legendario Salón del Automóvil de Ginebra, con más de un siglo de existencia, cerró definitivamente sus puertas en Europa.
Según informaron los responsables del evento motor, la muestra dejará el Viejo Continente, donde fue por décadas la cita más importante y esperada de la industria, para asentarse de forma permanente en Qatar donde ya se realizó un evento en 2023 denominado “Salón Internacional del Automóvil de Ginebra”.
Así las cosas, la edición de 2024 del auto show, realizada hace pocos meses, entró a la historia como la última muestra que se realizó en suelo suizo.
Pese a los esfuerzos desplegados, la última versión del Salón del Automóvil de Ginebra congregó a menos de 10 fabricantes automotrices y sus estrenos fueron escasos, algo que fue interpretado como una clara evidencia de la caída en el interés de los expositores y de los asistentes.
Frente a este escenario, los responsables de la legendaria muestra automotriz decidieron poner fin al evento en Europa y buscar nuevas oportunidades.
Alexandre de Senarclens, presidente de la fundación organizadora, manifestó su pesar por tener que tomar esta medida, a la que se llega, dijo, luego de hacer todos los esfuerzos posibles por revitalizar la muestra.
"Esta decisión extremadamente lamentable no debe restar valor a los esfuerzos y la determinación con la que hemos intentado recuperar nuestro éxito", expresó el ejecutivo.
“Hay que decir que la falta de interés mostrada por los fabricantes en el Salón de Ginebra en un contexto industrial difícil, la competencia de las ferias de París y Múnich, favorecidas por su industria nacional, y los niveles de inversión necesarios para mantener tales espectáculos, suenan como el golpe final a una futura edición”, sentenció el ejecutivo.
En el bloque de países, otros salones del automóvil han tomado el relevo de Ginebra, como el Salón de París y el IAA de Múnich, los que ahora son los referentes de la industria en el Viejo Continente, no sin invertir mucho esfuerzo y dinero para atraer a los fabricantes tradicionales que en la actualidad encuentran más rentable y provechoso lanzar sus nuevos modelos en eventos privados y apoyados con sus plataformas y redes sociales.
La situación no es exclusiva de Europa; en Estados Unidos, eventos históricos como el Salón de Detroit también enfrentan tiempos difíciles, sin lograr atraer el mismo nivel de interés de marcas y asistentes, a pesar de cambios como la reprogramación de fechas para evitar el frío invierno.