No ha sido un año fácil para el fabricante de autos eléctricos estadounidenses Tesla, ya que a la dura competencia proveniente de China, la fuerte caída en las ventas y los recientes despidos que han sacudido a la marca, ahora se suma un singular problema en su planta en Berlín, Alemania, y que no es otro que el constante robo de sus tazas de café, lo que llevó al gerente de la gigafábrica a considerar medidas drásticas para frenar la situación.
Y es que no se trata sólo de un problema doméstico si se considera que desde la apertura de la planta el 22 de marzo de 2022 la compañía ha comprado a Ikea y han desaparecido, en promedio, 65.000 tazas para cafés dispuestas para los trabajadores de la planta.
La cifra fue entregada por el propio gerente de la gigafábrica de Tesla, Andre Thierig, quien calificó como inaceptable esta situación y advirtió que, de continuar estos los robos, Tesla dejará de proporcionar cubiertos y otros implementos en las salas de descanso para sus funcionarios.
"Estoy realmente cansado de aprobar órdenes para comprar más tazas de café (...) Hemos comprado 65.000 tazas de café desde que empezamos la producción aquí. ¡65.000! Estadísticamente hablando, cada uno de ustedes ya tiene cinco tazas de café de Ikea en casa", dijo el ejecutivo al referirse a los 12 mil trabajadores que operan en la planta.
Tras un mal primer trimestre de 2024, Alemania se ha convertido en una gran preocupación para Elon Musk y prueba de ello es que se alista una ampliación de las instalaciones tras conseguir las autorizaciones necesarias en medio de fuertes protestas de grupos ambientalistas y vecinos del complejo que temen que este pueda afectar la disponibilidad de agua en la zona.
La fábrica, operativa desde hace poco más de dos años, es clave para el desarrollo del Tesla Model Y. Sin embargo, las peleas con grupos medioambientales y el temor a más despidos han complicado la situación, agravada aún más por este “robo hormiga”.
Ante el actual escenario de la compañía y la industria, el recorte de costos es una prioridad para Tesla, y este tipo de problemas no ayuda. La gigafábrica ya ha reducido su plantilla en un 2% y podrían venir más despidos.
El portavoz del sindicato, Jannes Bojert, señaló que los trabajadores están bajo una presión extrema y frustrados con los problemas de seguridad. De hecho, la situación podría desencadenar una huelga, advierten informes que dan cuenta de un aumento en los incidentes laborales en la planta.
