Mientras General Motors (GM) insiste que el futuro a medio plazo del sector del automóvil son los vehículos eléctricos, el fabricante estadounidense acaba de presentar su particular homenaje a la mecánica de los motores de gasolina: el Chevrolet Corvette ZR1, el más potente de su historia con 1.064 caballos de potencia.
Aunque los principales fabricantes tradicionales de automóviles del mundo han declarado la muerte de los motores de combustión, las mismas empresas se empeñan día a día en demostrar que sus predicciones pueden ser una exageración.
Es el caso del Chevrolet Corvette ZR1 2025 que GM acaba de presentar como el vehículo con el motor en V8 más potente nunca producido en Estados Unidos, de 5,5 litros biturbo denominado LT7, que desarrolla 1.064 caballos de potencia a 7.000 revoluciones por minuto (rpm).
El LT7 está basado en la arquitectura del motor LT6 que equipa al Corvette Z06, el V8 atmosférico más potente del mundo, al que los ingenieros de Chevrolet han añadido dos turbocompresores.
El ZR1 2025 tiene una velocidad máxima de 346 kilómetros por hora, con un paquete aerodinámico de fibra de carbono que crea más de 544 kilogramos de efecto suelo a su máxima velocidad.
Y en un guiño al pasado del Corvette, un biplaza que Chevrolet empezó a producir en 1953, el ZR1 2025 incorpora la icónica luna trasera dividida en dos que apareció por primera vez en 1963.
El director ejecutivo de diseño de Chevrolet, Phil Zak, dijo que la luna trasera dividida no sólo proporciona funcionalidad sino que también es un homenaje a la historia del Corvette.
"Sentimos que el ZR1 es el modelo adecuado para recuperar la luna trasera dividida", explicó.
El modelo también incorpora entre otras novedades un techo de fibra de carbono, tanto en la versión cupé como la descapotable, para reducir el peso y bajar el centro de gravedad; ruedas de aluminio; y un diseño opcional de ruedas de fibra de carbono para reducir aún más su masa.
El ZR1 empezará a ser producido en 2025 en la planta de montaje que GM tiene en Kentucky
