Toyota prometió esta jornada fortalecer la supervisión de la certificación de sus vehículos en Japón a fin de que el escándalo que estalló recientemente sobre pruebas fraudulentas no se repita.
El principal fabricante de automóviles nipón describió en detalle las medidas que tomará, incluyendo una mayor participación gerencial, la asignación de más personal a tareas de certificación y la aclaración de responsabilidades de puestos específicos, como el de ingeniero jefe.
El informe fue presentado al gobierno japonés, cuyas autoridades semanas antes habían reprendido a los responsables de la empresa por las irregularidades detectadas.
Hace dos meses, Toyota Motor Corp reconoció públicamente una amplia cantidad de pruebas a vehículos que no cumplían con la norma local, entre ellas el uso de datos inadecuados o desactualizados en pruebas de choque, pruebas incorrectas sobre el inflado de las bolsas de aire y comprobaciones de la potencia del motor.
Akio Toyoda, presidente de Toyota y nieto del fundador del fabricante de automóviles, se disculpó ante las autoridades y los consumidores japoneses frente a los hechos descritos.
Según se indicó, las irregularidades descubiertas sólo atañen al mercado japonés y no afecta la seguridad de los vehículos que ya circulan por las calles, entre los que se incluyen el popular subcompacto Corolla y los vehículos de lujo Lexus, por lo que los propietarios no tienen que hacer nada con sus autos.
No obstante, el caso ha significado una gran vergüenza para un fabricante que se enorgullece de empoderar a sus trabajadores para garantizar el control de calidad.
Tras conocer las irregularidades, Toyota decidió suspender la producción de algunos modelos, retomándolas paulatinamente. Reportes de medios japoneses han especulado que el escándalo reducirá la producción global anual de Toyota en unos 500.000 vehículos. Toyota vende 11 millones de vehículos al año en todo el mundo.
Después de la divulgación inicial, Toyota encontró más malas prácticas, incluyendo unas en las certificaciones de protección de peatones, colisiones laterales e impacto de dirección.
“Había muchas áreas para mejorar en cuanto a la operación de certificación, como el sistema de gestión de datos y el establecimiento de regulaciones y procedimientos para las operaciones de certificación”, detalló Toyota en un comunicado.