Los focos de un vehículo no sólo son fundamentales para iluminar el camino y hacerlo visible en la ruta para otros conductores o peatones, sino también cumplen una función estética, por lo que mantenerlos en buen estado es clave tanto para la seguridad vial como para conservar el aspecto original del auto y su valor.
Existen algunos métodos, sencillos y económicos, que pueden ayudar a restaurar los faros que están opacos o rayados, sin necesidad de acudir a un profesional. Sin embargo, en caso de daños más graves, siempre es conveniente la asistencia de un especialista en pulido antes de pensar en el cambio de la pieza.
Como parte de un mantenimiento preventivo regular, es esencial verificar que encienda todas sus luces y que todo funcione correctamente. Además, es fundamental mantener los faros limpios, ya que la suciedad puede reducir su capacidad de iluminación, creando sombras y opacando el haz de luz.
Para limpiarlos, lo ideal es rociarlos con agua a baja presión para eliminar el polvo y otros residuos. Luego, aplica un jabón neutro apto para superficies de vehículos, frota suavemente y enjuaga con agua. Finalmente, deben ser secados con un paño de microfibra para que recuperen su brillo.
Trucos caseros
Con el tiempo, indica una nota de AutoBild.es, los focos del vehículo pueden volverse opacos o rayados debido al uso y a las condiciones climáticas. En estos casos, hay dos sencillos trucos caseros que pueden ayudar a mejorar su aspecto y que suelen ser muy usados.
1. Usa pasta de dientes:
Aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes sobre el faro previamente limpio y frota con un trapo suave. Luego, retira el producto con agua y notarás una mejora en la claridad del faro.
2. Con bicarbonato y vinagre:
Mezcla estos dos ingredientes para generar una espuma. Aplícala sobre el faro, deja que actúe unos minutos, y luego enjuaga con abundante agua. Asegúrate de eliminar todos los residuos para evitar daños en la superficie.
Si los trucos caseros no son suficientes para devolverle la vida a los faros, es recomendable acudir a un profesional. Ellos pueden pulir los faros con productos específicos y aplicar una laca protectora que mantendrá los faros en óptimas condiciones por más tiempo. Esta opción no suele ser muy costosa y ofrece resultados duraderos.