Latin NCAP, el organismo encargado de evaluar la seguridad de los autos vendidos en América Latina, publicó los resultados de sus más recientes pruebas de choque. En esta ocasión, se evaluaron los modelos Kia K3/K3 Sedán y K3 Hatchback/K3 Cross, siendo este último, del segmento B (compacto), el que obtuvo la máxima calificación.
Las versiones K3/K3 Sedán y K3 Hatchback/K3 Cross, todas fabricadas en México, fueron sometidas a diversas pruebas exigidas por NCAP, tales como: impacto frontal, lateral, de poste, latigazo cervical (whiplash), protección a peatones, control de estabilidad (ESC), frenado autónomo de emergencia (AEB) para usuarios vulnerables, AEB Ciudad, AEB Interurbano y sistemas de asistencia a la velocidad (SAS).
Estos modelos mostraron una protección adecuada para los adultos en todas las pruebas, con una protección total para la cabeza y el cuello, alcanzando un 87%. Sin embargo, se observó una ligera exposición de la cabeza de uno de los ocupantes infantiles, lo que redujo su calificación a un 66,46%. En cuanto a la protección de peatones y usuarios vulnerables, lograron un 80,84%. En general, el K3/K3 Sedán y el K3 Hatchback/K3 Cross demostraron un buen desempeño, con una estructura estable en el impacto frontal, aunque se detectó una estructura inestable en la zona de los pies.
Los sistemas AEB evaluados cumplieron con los requisitos de Latin NCAP, alcanzando niveles de rendimiento de promedio a bueno. Asimismo, los SAS también cumplieron con los estándares técnicos y se ofrecieron como equipamiento de serie. Es importante señalar que estos modelos fueron sometidos a evaluación de manera voluntaria por parte del fabricante.
Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, felicitó a Kia por este logro y por su notable avance hacia la producción de vehículos más seguros. “El K3 es el primer modelo de cinco estrellas de Latin NCAP para el grupo y refleja su nueva dirección”, destacó.
Por su parte, Stephan Brodziak, presidente de la Comisión Directiva de Latin NCAP, aprovechó la ocasión para hacer un llamado a los gobiernos, instándolos a implementar un sistema obligatorio de etiquetado de seguridad basado en su calificación por estrellas. “Este sistema proporcionaría a los consumidores información clara, objetiva e imparcial sobre los vehículos, facilitando decisiones de compra informadas y promoviendo una mayor competitividad en la industria automotriz”, afirmó Brodziak.
