Tesla enfrenta un nuevo obstáculo normativo después de que la Administración de Seguridad Vial de EE.UU. anunciara una investigación sobre el sistema de conducción autónoma desarrollado por la compañía de vehículos eléctricos, debido a incidentes relacionados con el funcionamiento del Full Self-Driving. En el proceso, se llamará a revisión a 2,4 millones de autos de la firma, según informó la subdivisión del Departamento de Transporte.
La entidad estadounidense quiere evaluar si el sistema creado por la compañía es capaz de detectar y responder adecuadamente a entornos de niebla y situaciones de baja visibilidad en la carretera. Para este fin, se examinarán cuatro informes distintos sobre la implicación del programa Full Self-Driving de Tesla en accidentes, incluido uno que resultó en la muerte de un peatón atropellado en condiciones de poca visión.
Esta investigación pone en jaque los esfuerzos del director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, quien busca posicionar a su empresa como líder en conducción autónoma. De hecho, el empresario ha admitido que la capacidad del fabricante para desarrollar esta tecnología será "la diferencia entre que la firma valga mucho dinero o cueste, prácticamente, cero".
Dudas desde China
Además de ser evaluada por la entidad de seguridad vial estadounidense, también trascendió que el Gobierno de Xi Jinping ha retrasado el lanzamiento del Full Self-Driving de Tesla debido a problemas relacionados con el reconocimiento de la cartografía y la seguridad de los datos que los vehículos recogen y almacenan.
Aunque el nombre del sistema sugiere que estos automóviles pueden operar de manera autónoma, la realidad es que los conductores aún deben permanecer atentos al volante y a la carretera, por si es necesario tomar el control del vehículo.
Si bien las aprobaciones regulatorias aún están pendientes, la firma de Elon Musk planea implementar su software en Europa y China durante el primer trimestre de 2025.