El español valoró el regreso a las urnas que Podemos produjo en los jóvenes de España, una generación que él ya veía como "anestesiados".
EFE
QUITO.- El cantante español Joaquín Sabina expresó su satisfacción por el auge que la izquierda ha vivido en los últimos años en Latinoamérica y, aunque asegura que no está de acuerdo con todos los presidentes de la región, subraya que sí lo está "con lo que los ha producido".
El autor de "Y sin embargo" se refiere a los movimientos populares que han propiciado lo que llama "esa nueva esperanza en América Latina", de la que dice ignorar "cómo acabará", e incluso expresando ya sus primeras apreciaciones concluyentes.
Así, cree que en Venezuela "está acabando bastante mal", mientras que en Ecuador "las cosas van razonablemente bien", expresó en la propia capital ecuatoriana.
Al margen de la política, cuando habla de Latinoamérica, el español dice aludir al Macondo de García Márquez, a la Santa María de Juan Carlos Onetti y a todo "territorio mítico" con el que soñaba a los 17 años, cuando leía a los autores insignes de una región con la que dice tener razones para estar agradecido. "Me cambió la vida", afirma.
De hecho, asegura que la gira con la que repasa el disco Diecinueve días y quinientas noches, con la que pasó por Chile en 2014, tuvo origen en sus ganas de regresar a su "amadísima Latinoamérica" y, al mismo tiempo, huir de la crisis de España.
El mejor "pretexto" para ello fue "reproducir ese disco que es el que más nos gusta tocar en vivo", y ello dio pie a un tour que desde ya califica como el "más gratificante" de su vida.
Sobre la mencionada crisis, dijo que éstas son malas "para el bolsillo de la clase trabajadora", pero "para los artistas suelen ser muy buenas, porque producen materiales de derribo con los que construir canciones".
Y ambos temas, la crisis y su aproximación a la izquierda, se mezclan al ahondar en la situación actual de su país, en torno al cual muestra desconfianza acerca de las soluciones que puedan aportar los políticos, y asegura que no está "enamorado" de los líderes de "Podemos", aunque "sí de la gente que los vota", sobre todo los jóvenes. "Parecía que estaban anestesiados o dormidos", afirmó, mientras que con Podemos y otros movimientos "han despertado".