LA HAYA.- Tras una ardua investigación, el museo Mauritshuis de La Haya declaró que una de sus pinturas estelares es realmente de Rembrandt. De esta forma, el anuncio puso fin al antiguo debate sobre si "Saúl y David" era o no del maestro holandés.
Investigadores emplearon técnicas avanzadas de rayos X para atravesar las capas de pintura aplicadas en restauraciones anteriores de la obra y determinar que los pigmentos originales fueron los mismos que los empleados por Rembrandt en el siglo XVII.
Durante décadas no hubo dudas. Un ex director del museo de La Haya, Abraham Bredius, compró el cuadro hace más de un siglo, pero a finales de la década de 1960 el experto Horst Gerson tuvo dudas sobre la autoría de la escena bíblica.
La restauradora Carol Pottasch explicó que no era sorpresa que Gerson cuestionara quién pintó el óleo sobre lienzo, porque en restauraciones previas se había agregado demasiada pintura.
"Supongo que ése fue el mayor problema que enfrentó. No pudo ver una pintura de Rembrandt porque no había pintura que ver", dijo el martes. "Ahora que hemos quitado todas esas capas podemos de hecho ver el original de nuevo y no hay duda".
El lienzo minuciosamente restaurado es la pieza central de una exposición que se inaugurará el jueves y que muestra el proceso mediante el cual el museo desentrañó el misterio en torno al autor de "Saúl y David".
Como muchos investigadores en la escena de un crimen, el Mauritshuis tuvo que lidiar con una "víctima" que había sufrido gran abuso. Cortada, pintada por encima y decolorada por el tiempo, "Saúl y David" tenía incluso parte de otra pintura pegada en su esquina superior derecha.
"Antes de que la pintura fuera tratada, antes de que fuera limpiada, era evidente que había sido sobrepintada numerosas veces, que la pintura se había decolorado, que sus dimensiones originales se habían cambiado en el pasado", aseguró Joris Dik de la Universidad Tecnológica de Delft, cuyos escáneres de alta tecnología ayudaron a establecer la autenticidad de la obra y guiar a los restauradores. "Realmente fue tratada brutalmente, esta pintura, en múltiples campañas de restauración pasadas".
Emilie Gordenker, la directora del Mauritshuis, aseguró que la investigación arrojó muchas sorpresas. Al ver a través de la pintura, los expertos descubrieron un lienzo que parecía casi un rompecabezas.
"El análisis nos ayudó a determinar que la pintura está hecha de 15 piezas diferentes de lienzo; tres partes principales: el Saúl, el David, y una inserción de una copia de una vieja pintura en el extremo superior derecho, además de tiras en todo el borde. Es una verdadera tela de retazos", explicó.
Sin embargo, acorde con la alta tecnología de la investigación, el museo también comisionó una versión impresa en 3D de la pintura en su tamaño original para que los visitantes pudieran tocarla y verdaderamente sentir las pinceladas del maestro holandés.