SANTIAGO.- Chris Pratt se encuentra en la cúspide de su carrera. Sus últimos roles, tanto en televisión ("Parks & recreation") como en el cine ("Guardianes de la Galaxia"), lo convirtieron en uno de los actores más populares de Hollywood.
Su simpatía y carisma lo convirtieron en el indicado para protagonizar "Guardianes de la Galaxia", y fue tanta su aprobación, que su siguiente rol— el de Owen en "Jurassic World: Mundo Jurásico"—, se convirtió en uno de los más esperados. Y no decepcionó.
Sin embargo, Pratt no siempre fue un comediante. Hace 15 años comenzó su carrera con pequeños papeles, y no fue hasta que interpretó a Bright Abbott —papel del que pocos se acuerdan— en la serie dramática "Everwood" que se hizo conocido.
En la producción de la cadena "The WB", transmitida entre 2002 y 2006, Pratt interpretaba al hijo de un doctor que debe superar la pérdida de su mejor amigo y novio de su hermana, quien se quitó la vida. A pesar de no ser el protagonista, su personaje era el típico chico popular de colegio —guapo y deportista— que debió atravesar por algunos duros momentos y salir adelante.
Con un rol bastante más serio que a lo que actualmente se acostumbra a asociar al actor, Pratt se abrió camino en las series adolescentes, llegando en 2006 a unirse en una temporada a la exitosa "The O.C", interpretando a "Che". Fue en ese entonces donde se pudo ver en televisión a otro Chris Pratt, uno al que comedia le sentaba bien.
Pero no fue hasta 2009, cuando obtuvo el rol de Andy Dwyer en la serie "Parks and Recreation", que fue catalogado como uno de los actores de la nueva generación de comediantes. Fue tanto que se metió en el personaje, que incluso obtuvo la
brillante idea de engordar —llegando a pesar 136 kilos— para su interpretación.
Dos años más tarde, decidió ponerse nuevamente en forma, y en 2012 logró cumplir con su objetivo. Fue en ese momento en el que obtuvo el papel de Peter Quill en "Guardianes de la Galaxia".
El personaje exigía tener un buen estado físico y necesitaba a un actor carismático, que pudiera interpretar con simpatía a un delincuente mujeriego, ambicioso y narcisista (es decir, un "estúpido"). La película se convirtió en la
más exitosa del segundo semestre de 2014 y posicionó a Pratt como uno de los actores más populares del momento.
Ello lo llevó a protagonizar uno de los
regresos más esperados del cine:
"Jurassic World: Mundo Jurásico". En la cinta, que se estrenó la semana pasada, Pratt llegaba en un altar, por lo que muchos esperaban que repitiera su rol pasado. Sin embargo, eso no fue así.
En esta ocasión, el actor mostró su gran capacidad multifacética y logró un equilibrio perfecto entre ese papel de "idiota" que lo caracterizó en "Guardianes de la Galaxia" y "Parks and Recreations" con el drama aprendido en "Everwood", convirtiéndose así en un verdadero héroe de acción.
Por esa misma razón, actualmente es el candidato favorito para ser en el
nuevo Indiana Jones, en la próxima entrega de la franquicia, ya que muchos apuestan que él podría convertirse en el verdadero heredero cinematográfico de Harrison Ford.