Backstreet Boys apela a la nostalgia en su regreso a Chile con sus miembros originales

SANTIAGO.- "Regla número tres... Esta es mi favorita: Quiero que se comporten como quinceañeras". Y así fue. Más de 14 mil personas en el Movistar Arena volvieron a su adolescencia con el regreso de los Backstreet Boys a Chile.

La ocasión lo ameritaba, no sólo por los 22 años de carrera que la popular boy band de los '90 se encuentra celebrando, sino que porque desde 1998 que el quinteto completo no pisaba el país —tanto en 2009 como en 2011 regresaron sin Kevin Richardson—.

Claramente, el partido de Chile contra Bolivia no fue un impedimento. En su mayoría mujeres de alrededor de 30 años —algunos hombres acompañando a sus pololas y que, a ratos, trataban de disimular que aún recordaban las canciones— hicieron desde el principio caso de la primera regla que Nick Cárter puso: "Griten toda la noche, quiero que mañana y esta noche se queden sin voz".

A las 21:00 horas se apagaron las luces para darle el comienzo al concierto. Imágenes de Brian, Howie, Nick, AJ y Kevin pasaron por las pantallas, desatando eufóricos gritos de las asistentes, que más tarde se conviertieron en ensordecedores, cuando cada uno de ellos ingresó al escenario para comenzar con "The Call" e "Incomplete".

Bailes, cambios de atuendos y mucha cercanía con el público, marcaron la jornada, donde los más de 40 años que tienen cada uno de ellos pasaron completamente desapercibidos, porque no sólo las asistentes volvieron a sus 15, sino que ellos también regresaron a los 90's con ellas.

Claro que tocar en un concierto de dos horas sus ochos álbumes y sus más de 20 años de carrera no son fáciles. Por algo también el tour con el que regresaron por cuarta vez al país lleva el nombre de su nuevo disco, "In a World Like This", y con él reflejaron su etapa actual, una un poco más madura, gracias a canciones como "Breathe" y "Show 'Em (What You're Made Of)".

Sin embargo, fueron sus clásicos, como "As Long As You Love Me", "I'll Never Break Your Heart" y "I Want It That Way", entre otros —de lo contrario sus fans no se lo perdonarían—; los que claramente desataron la euforia.

Ya casi al final, sabiendo que Chile estaba jugando —a ratos AJ anunciaba cómo le iba a la selección, además de gritar "CHI"— entraron nuevamente los cinco músicos, y esta vez con la polera de La Roja que cada una llevaba su nombre, para tocar las últimas dos canciones antes de despedirse por completo.

"Volveremos", aseguraba Kevin minutos antes, gesto que le valió nuevamente grandes gritos, algo parecido a la promesa que hicieron hace unos años los New Kids On The Block en su última visita, generando el mismo ambiente que lograron esta noche los BSB. Y como cada generación cuenta con su “boy band”, se podría decir que lo mismo pasará en 20 años más, si es que One Direction continúa haciendo giras.