Vicuña y Bize en el set. El director asegura que la interpretación del actor "va a dar mucho que hablar".
Jessica Backhaus
SANTIAGO.- Cuatro años después de recibir el Goya a la Mejor Película Hispanoamericana por "La vida de los peces", el cineasta Matías Bize se alista para estrenar "La memoria del agua", un emotivo drama sobre las relaciones de pareja que el autor define como el mejor trabajo que ha hecho hasta ahora.
"Creo que ésta es mi mejor película, porque en ella rescato todo el aprendizaje que he sacado de mis anteriores largometrajes. 'La memoria del agua' es un filme más profundo y más emocionante, en el que hemos podido trabajar muchísimo tiempo", sostuvo el director chileno en entrevista con la agencia española EFE.
Rodada entre Santiago y Puerto Varas, la película —que tiene fecha de estreno para el 27 de agosto— es un intenso viaje emocional a partir de la historia de amor de una joven pareja que, tras la muerte de su hijo, busca mantener en pie su relación. Benjamín Vicuña y la española Elena Anaya encarnan los roles principales.
"Fue un trabajo largo, durante el que exploramos cómo podría reaccionar una pareja que se ama ante una prueba tan dura como ésta. El nudo del filme era la muerte del hijo, pero podría haber sido cualquier otra adversidad", afirma el director, aludiendo a la labor que desarrolló con el guionista Julio Rojas.
Como en "En la cama" o "La vida de los peces", en su nuevo filme la vida de pareja vuelve a ser el elemento alrededor del cual orbita el guión. Según Bize, se trata de un mundo que lo inspira por la proximidad con su propia experiencia.
"La pareja es el mundo que yo conozco y sobre el que puedo hablar. Cuando hago una película siempre me pregunto qué es lo que me podría pasar a mí en una situación similar, y a partir de allí empiezo a trabajar", apuntó.
"Va a dar mucho que hablar"
Tras enterarse de la historia sobre la cual estaba trabajando, Benjamín Vicuña llamó a Bize y se ofreció para participar en la película. El actor conocía el tema de cerca: En 2012 su hija Blanca falleció a los seis años.
"Benjamín se acercó humildemente y me dijo que quería colaborar. No sé si fue una terapia para él, pero está claro que fue algo muy importante. Benjamín supo en cada momento lo que necesitaba la escena, fue una suerte poder trabajar con él. Su actuación va a dar mucho que hablar", dice el director sobre el protagonista.
Además del "tremendo trabajo de Vicuña", el otro cincuenta por ciento de la vívida actuación lo aporta la premiada Elena Anaya, musa de Almodóvar con la que el director ensayó tanto en Madrid como en Santiago.
"Elena es una actriz gigante que yo admiraba desde hace mucho tiempo. Ella hace que la película crezca muchísimo, le añade potencia y sutileza al mismo tiempo. Estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos", recalcó.
Las actuaciones, el guión y la música terminan de completar una obra que, según el director, tiene la capacidad de conmover al espectador y hacerlo reflexionar sobre las cosas realmente importantes de la vida, muchas veces inadvertidas por una sociedad imbuida en la vertiginosa rapidez del siglo XXI.
"Esto no es una historia de autoayuda. Mi único objetivo es que el público medite y se haga preguntas más allá del filme. El gran desafío es intentar dejar una semilla", sentenció.