SANTIAGO.- Faltaban meses para que la presentación se concretara, y ya generaba una amplia polémica: Apenas se anunció el cartel de Glastonbury 2015 en marzo pasado,
fanáticos promovieron iniciativas virtuales para que el rapero no estuviera allí.
"Kanye West es un insulto para los fanáticos de la música alrededor del mundo", decía la principal campaña, que en menos de 24 horas superó las 14 mil adhesiones, y que a este fin de semana, días de desarrollo de uno de los festivales más resonantes del orbe, llegó a 134 mil.
Una cifra imponente, pero que no amedrentó al esposo de Kim Kardashian, quien anoche se presentó en el evento ante una audiencia estimada en 175 mil personas.
Fue una hora y media de show en el condado británico de Somerset, que West sostuvo prácticamente solo sobre el escenario, únicamente acompañado de su DJ, y de un imponente juego de luces y pirotecnia.
Quizá una señal del peso específico que el rapero dice tener y que la industria le ha reconocido. Y si antes lo ha refrendado comparándose con figuras como Jesucristo y Leonardo Da Vinci, esta vez tampoco se anduvo con chicas: "Voy a decir algo esta noche, porque puede que en 20, 30 ó 40 años no pueda decirlo, pero lo puedo decir ahora... Están viendo a la mayor estrella viva de rock en el planeta", fue su sentencia en escena.
El show de West alternó temas de todos sus discos, pero el peso de su presencia se hizo sentir mucho antes en la granja que acoge al evento, y no sólo por las firmas en contra y las vociferaciones de los detractores.
El rapero arribó en helicóptero a la zona del festival, y acompañado de su conocida esposa, quien también dio que hablar tras estampar el momento con diversas imágenes en redes sociales.
La nota aparte, en tanto, la puso el comediante local Lee Nelson, quien logró evadir la seguridad y aparecer sobre el escenario. West demoró sólo segundos en pedir que lo sacaran.
