Los jugadores de la "Roja" disfrutan de la victoria.
Reuters
SANTIAGO.- Fue una final sufrida y los jugadores lo sintieron. El partido fue complejo, pero los jugadores tenían una confianza absoluta de que la Copa América se iba a quedar en casa.
"Estaba muy confiado. Sabía que íbamos a ganar, porque era una sensación que teníamos. Era cosa de tiempo levantar la Copa. Dejamos la vida en la cancha, venimos jugando juntos hace tiempo y merecíamos ésto. Es una generación dorada", afirmó Marcelo Díaz.
Otro que habló de la dificultad de la obtención del cetro continental, más que nada por su situación, fue Gonzalo Jara. "La verdad es que fue difícil, más aún por verlo desde fuera", apuntó el defensor, quien sufrió el castigo de dos partidos tras el incidente con Edinson Cavani.
Además, el zaguero se refirió al cruce con los trasandinos y sus ganas de cerrar el encuentro antes. "Sabíamos que Argentina venía por el otro lado y la final podía ser con ellos. Tras el partido, queríamos terminar en los 90 minutos", lanzó Jara.
Uno que sufrió en el pasado Mundial y que hoy pudo festejar fue Mauricio Pinilla. El delantero estrelló un remate en el travesaño en la definición de los cuartos de final, el año pasado, y hoy disfrutó del título junto a sus compañeros.
"Aunque no participé del último partido, esta es la revancha para todo el equipo. Somos un país que sufre mucho y creo que esto es un premio que Chile se merece. Le dimos una gran alegría a este maravilloso país", señaló el delantero.
Finalmente, uno que partió como sorpresa en la nómina inicial como Ángelo Henríquez destacó el apoyo constante que recibió de todo el plantel.
"Mis compañeros me dieron la confianza y había que jugarse la vida. Esto es emocionante. Ser parte de esta generación es un orgullo y una alegría máxima. Demostramos que somos los mejores de América", indicó el joven delantero.