Una tanda de penales que será imborrable para los nacionales.
AP
SANTIAGO.- Minuto 121 y termina el partido entre Chile y Argentina por la definición del título de la Copa América. El pitazo del árbitro colombiano Wilmar Roldán obligó a los lanzamientos penales para determinar al campeón del certamen continental.
Los jugadores nacionales de inmediato se juntaron en el centro del campo y a ellos se les unió Jorge Sampaoli y todo el staff técnico. Había tensión, ansiedad, pero fue en ese preciso instante donde apareció el arquero y capitán Claudio Bravo para alentar a sus compañeros.
El formado en Colo Colo arengó a viva voz al grupo por largos dos minutos. Luego el volante Jorge Valdivia abrazó uno a uno a los 22 integrantes del plantel.
Tras esto, los mismos miembros del equipo comenzaron a abrazar a Bravo y a brindarle toda la suerte y apoyo para la definición, pues en el papel se veía muy dura debido a la calidad de los pateadores argentinos, entre ellos Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín.
Nuevamente los nacionales se agruparon y tuvieron una arenga pero ahora de Valdivia, quien los aleonó con mucha fuerza. Fue poco más de un minuto y todo se selló con un emotivo aplauso. De ahí, Bravo caminó donde Lionel Messi, su compañero en el Barcelona, se abrazaron y desearon suerte.
Y llegó el momento de mayor tensión en un atiborrado Estadio Nacional. El primero en lanzar en la “Roja” fue el volante Matías Fernández. El jugador de la Fiorentina se puso frente a la bola, alzó los brazos, realizó una oración hacia el cielo y luego marcó el primer tanto para Chile.
Luego fue el turno de Arturo Vidal. El de la Juventus arrastraba la amargura de su grave accidente automovilístico que casi lo deja fuera de la selección. En la caminata hacia el punto penal se dio la mano con Messi, quien recién había convertido para Argentina.
El nacido futbolísticamente en Colo Colo metió una derecha algo mordida, pero igual no pudo llegar el meta trasandino Sergio Romero. Era el segundo para los nacionales y Vidal lo gritó con todo y levantó los brazos pidiendo más apoyo de la parcialidad.
Tras el disparo de Higuaín, que se fue por sobre el travesaño, le tocó su lanzamiento a Charles Aránguiz. El mediocampista del Internacional de Porto Alegre amoldó el punto penal con su pie derecho y con mucha tranquilidad y clase puso un disparo secó abajo. Era el tercero para Chile y el ex U lo celebró con Vidal y Gary Medel.
Tras esto, vino el remate de Ever Banega y el capitán de la “Roja” se lució con una reacción felina a su izquierda y evitó el gol. El portero del Barcelona fue abrazado por Vidal, quien corrió desde la mitad del campo, mientras los más de 45 mil espectadores celebraban a viva voz. El título de la Copa América estaba cerca y toda la suerte quedaba en los pies de Alexis Sánchez.
El estadio estaba expectante y en varios hinchas reinaban las dudas, pues el tocopillano no había tenido un gran partido y se le notaba algo nervioso, su rostro lo delataba.
El del Arsenal inglés tomó la pelota, la puso en el punto de ejecución, caminó cinco pasos hacia atrás, miró a Romero, respiró profundamente y con un suave toque al balón, que sorprendió a todos, hizo explotar de júbilo el coliseo ñuñoíno, a sus compañeros y especialmente a un emocionado Jorge Sampaoli.
Alexis corrió hacia la tribuna andes en forma eufórica, se sacó la camiseta y celebró con todo el plantel. El sueño, por fin, ya era una realidad.
Así, Chile se coronó campeón por primera vez en su historia de la Copa América y la “Roja” comenzó a escribir una nueva historia, esa que nació un 4 de julio de 2015.